La Liga de Fútbol Profesional (LFP) reiteró ayer que "condena enérgicamente cualquier acto discriminatorio, violento, racista o xenófobo" y anunció que impartirá cursos de formación de obligado cumplimiento para todos sus clubs con la intención de prevenir este tipo de sucesos.

Después de los incidentes ocurridos el domingo en el campo del Levante con el senegalés Pape Diop y los de hace una semana en Villarreal con el jugador brasileño del Barcelona Dani Alves, la patronal insistió en un comunicado en que "perseguirá cualquier comportamiento de este tipo". Igualmente, la LFP recordó que lleva tiempo proponiendo a la Comisión Antiviolencia sanciones por infracciones graves o muy graves de la ley del 2007 contra la violencia, la xenofobia, el racismo y la intolerancia en el deporte ante los sucesos acaecidos en algunos estadios en las últimas jornadas. Diop pidió el domingo al término del partido de Liga ante el Atlético que se acabe con los gritos racistas a los jugadores negros en los campos de fútbol y explicó su reacción cuando parte de la afición del Atlético imitó los sonidos de un mono al acercarse a sacar un córner.

"Fui a sacar un córner y me hicieron el grito del mono. Para quitarle hierro empecé a bailar como un mono pero no me giré para insultarles. Es un tema que me afecta mucho, me lo hacen en muchos campos. No sé si es racismo o es falta de respeto, pero tiene que acabar", pidió.