El Casademont Zaragoza logró su mejor victoria en la Champions ante el líder del grupo, el Dijon, que no lo pareció en el Príncipe Felipe gracias al dominio aragonés. Con una puesta en escena impecable en cuanto a defensa y con un acierto sobrenatural en ataque, el Casademont cogió las riendas del partido y no las soltó hasta el final, sumando su tercera victoria en la competición y manteniéndose bien posicionado pese a la igualdad reinante en el grupo. El Dijon sigue comandando la clasificación pese a sufrir en Zaragoza su primera derrota continental (75-60).

Con ese inicio fulgurante le bastó para tener la situación bajo control. Dejó a su rival en solo 11 puntos y firmó un 58,8% de acierto en tiros de campo (que era del 80% en los primeros ocho minutos) para un parcial de 23-11 ante un Dijon aturdido. Todos los lanzamientos fallados los últimos partidos, toda la amenaza exterior oculta las últimas jornadas, quedaron en el olvido con unos primeros minutos en los que todo iba para dentro. Especialmente atinado empezó Robin Benzing, tan desacertado otros días. Mientras, el Dijon firmaba unos porcentajes paupérrimos, con los que ningún equipo puede aspirar a ganar ningún partido. Todo era tanquilidad y felicidad en el Príncipe Felipe. En el descanso hubo incluso ovación para Dylan Ennis, presente en el palco. Tras el partido, el canadiense estuvo departiendo con el cuerpo técnico.

LA ACTITUD / Hubiera sido un partido aún más plácido si no se hubiera calentado en el tercer cuarto, pero aún así estuvo siempre bien amarrado por el Casademont que, en sus momentos de mayor apuro, solo mandaba por diez puntos. El Dijon demostró capacidad física y dejó entrever calidad, pero no exhibió ninguna de esas cualidades de manera sostenida durante los cuarenta minutos, para desesperación de su técnico. Laurent Legname se desgañitó desde la banda, con berridos a sus jugadores y a los árbitros que le costaron una técnica.

Nada más pudieron hacer ante la consistencia del Casademont. Lo que intentaron fue una defensa no más intensa sino mucho más agresiva. El arbitraje de la Champions no se parece en nada al de la ACB, pero no es normal que se permitan tantos contactos, tantas faltas no pitadas, tantos golpes. La grada se enfadó muchísimo, también los jugadores, Fisac, y por momentos pareció que el partido se les iba a ir de las manos a todos. Especialmente desafortunado en su comportamiento estuvo Holston, buscando la bronca casi en cada acción. Tapando así su enorme calidad. Fue el más abucheado por la grada. Con razón.

Entre protestas y calentones el Dijon quiso asomarse al partido. Pero Carlos Alocén les cerró todas las puertas. Llevaba 0 puntos el zaragozano y apenas quedaban cinco minutos. El Casademont mandaba por 61-48. Y, de pronto, la magia. Alocén hizo cinco puntos en un visto y no visto, un tiro libre, un rectificado marca de la casa y otra acción de gran calidad, todo en 27 segundos para poner de nuevo la distancia en 16 puntos y cerrar el partido. Una gran victoria en la que, además, Fisac pudo reservar a alguno de sus jugadores. Jugó poco Fran Vázquez y Seeley no llegó a los 20 minutos. Alocén fue el único que tuvo que volver a superar los 25, pero Javi García tuvo también otros 16 que supusieron todo un máster acelerado. Lo importante es que el Casademont sumó otra gran victoria.

Ficha técnica:

75 - Casademont Zaragoza (23+21+12+19): Alocén (7), Krejci (6), Benzing (20), Radovic (17), Justiz (7) -cinco inicial- Barreiro (-), Seeley (7), Brussino (11), Fran Vázquez (-), Hlinason (-) y Javi García (-).

60 - JDA Dijon (11+17+16+16): Julien (7), Sulaimon (8), Ulmer (7), Young (2), Chassang (8) -cinco inicial- Solomon (5), Leloup (7), Holston (12) y Loum (4).

Árbitros: Poursanidis (Grecia), Maciulaitis (Lituania) y Tomasovic (Eslovaquia). No hubo exclusiones.

Incidencias: partido correspondiente a la quinta jornada del grupo D de la Liga de Campeones disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 5.463 espectadores.