Él siempre ha sido un ser pausado, un caballero. Mide, no solo sus palabras, sino todas sus acciones y comenta con cierta contundencia, cuando no le agradan, las de sus rivales. Pero, eso sí, siempre con señorío. El veterano piloto italiano Andrea Dovizioso, de momento, aún líder indiscutible de la fábrica Ducati, aunque Jack Miller y ‘Pecco’ Bagnaia ya le han movido la silla lo suficiente como para hacerle caer de ella o rechazarla, ha decidido no seguir, en el 2021, en el equipo oficial de la factoria de Borgo Panigale.

¿Campeón desempleado?

‘Dovi’, de 34 años, campeón del mundo de 125cc (2004), bisubcampeón de 250cc (2006 y 2007) y tres veces subcampeón de MotoGP (2017, 2018 y 2019) tras el impecable Marc Márquez (Honda), reconoció recientemente en una entrevista en el diario italiano ‘La Repubblica’ que “existe, perfectamente, la posibilidad de que gane este Mundial y, al día siguiente, esté en el paro, sin trabajo”. De momento, ‘Dovi’ se ha adelantado a cualquier decisión de Ducati, que se ínclita, al parecer, por el tándem Miller-Bagnaia para el 2021, y anunció, hace ya semanas, que no seguiría con los rojos.

Aleix le espera en Aprilia

Hasta ahora, Dovizioso lucía en el trasero de su mono de carreras la inscripción, la palabra, la leyenda, ‘undaunited’, es decir, algo así como indómito; desde este fin de semana, luce ‘unemployed’, es decir, ‘sin trabajo’, es decir, ‘desempleado’. El italiano no quiere hablar de su futuro y sí de intentar ganar, ahora que no está el acaparador MM93, el título. Ya hay, como el sabio y veloz Aleix Espargaró, que reza cada día para que ‘Dovi’ fiche por Aprilia “pues yo podría aprender mucho de él y nuestra moto mejoraría muchísimo”, señala el de Granollers.

Viñales, de nuevo, arrancará mañana desde la 'pole'

Ya no es nuevo, esa es su desgracia, el catalán Maverick Viñales (Yamaha), que reconoce que lleva tres años, junto a los técnicos de la firma de los diapasones, sin solucionar sus imnumerables problemas con el tren trasero y su agarre, ha vuelto a conseguir este mediodía la 'pole position' del Gran Premio de Emilia Romagna y, por tanto, mañana (14.00 horas, DAZN), liderará la parrilla de MotoGP junto a el australiano Jack Miller (Ducati) y el francés Fabio Quartararo (Yamaha), que hoy han completado, separados los tres por solo 145 milésimas de segundo, la primera línea de salida.

Detrás, justo en el centro, entre un fabuloso Pol Espargaró (KTM), cuarto, y un regular y determinante Brad Binder (KTM), sexto, estará, en el centro de la segunda fila, aquel muchacho al que todo el mundo, todos, consideran el gran favorito de la carrera, el gran favorito a la victoria final, el sorprendente italiano 'Pecco' Bagnaia (Ducati), que ha realizado un viernes y un sábado espectaculares y cuyo ritmo es de victoria, fija. Lo de Bagnaia, que cada vez que se sube a su moto lo hace dejando al lado la muleta, ha sido un ejemplo de perseverancia y esfuerzo, muy, muy, repetido a lo largo de la historia del Mundial de motociclismo y solo hay que recordar al campeón Marc Márquez (Honda) para saber de qué pasta están hechos estos muchachos.

Bagnaia, a quien todo el mundo coloca ya en el equipo oficial de Ducati la próxima temporada junto al australiano Jack Miller, se fracturó la tibia derecha hace un mes y, ahí está, segundo, el pasado domingo, detrás del fantástico italobrasileño Franco Morbidelli (Yamaha) y, ahora, a punto de ganar su primer gran premio.

Valentino Rossi (Yamaha) saldrá séptimo; Andrea Dovizioso (Ducati), nuevo líder del Mundial, décimo y Joan Mir (Suzuki), la gran esperanza española, pues su compañero Àlex Rins (Suzuki) aparecerá en la penúltima fila, arrancará desde el centro de la cuarta.