La ofensiva contra la violencia verbal en los campos de fútbol como medida preventiva inmediata para que los estadios no continúen como caldo de cultivo de la violencia física experimentó ayer otro paso significativo con la denuncia presentada por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ante la Comisión contra la Violencia por los cánticos ofensivos contra personas e instituciones proferidos en la última jornada de Liga en los estadios del Barcelona, Madrid, Rayo, Deportivo y Granada.

A seis días de la entrada en vigor de la anunciada batería de medidas que irán del cierre parcial de sectores de las gradas hasta la pérdida de puntos y la clausura de un estadio para los casos más graves, la patronal futbolística, que ya había adelantado la denuncia al Madrid por los gritos contra Messi, el Barça y Cataluña durante el partido contra el Celta, hizo público ayer las denuncias contra las otras cuatro entidades. Los informes han sido enviados a la Comisión Antiviolencia para que, a su vez, los remita al Comité de Competición de la federación, que se reúne hoy. En ninguno de los casos los cánticos fueron recogidos por las actas arbitrales.

ACTITUDES SANCIONABLES "Messi subnormal" y "puta Barça y puta Cataluña" han sido las expresiones recogidas en el informe sobre el encuentro disputado en el Bernabéu, mientras que los gritos de "puta Espanyol" y "odio Espanyol" son los que se detallan por lo sucedido en el Camp Nou. Los acaecidos durante el partido Deportivo-Málaga tenían relación con la muerte de Francisco Javier Romero Taboada, ultra de Riazor Blues, y las decisiones del presidente del club gallego contra los radicales del Depor. "Atleti mierda", "Tino cabrón, sal de Riazor" y "Tino muérete", fueron los cánticos que se escucharon. Al Rayo Vallecano se le denuncia por cánticos de los Bukaneros contra el Betis --"mucho Betis, mucha mierda"-- y al Granada por los gritos de "Negredo maricón" contra el delantero internacional del Valencia.

La LFP considera que estas actitudes son sancionables de acuerdo con lo establecido por la ley 19/2007 al tratarse de "actos o conductas violentas o que incitan a la violencia en el deporte", según se recoge en los artículos 2.1 c) y 2.2 d). El comunicado de la Liga se hizo público poco después de que el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, dijera ante las comisiones de Interior y de Educación, Cultura y Deportes del Congreso que "la violencia verbal en los estadios ha gozado de una permisividad muy importante y constituye sin duda la antesala de la violencia física".

Por ello, Cardenal considera indispensable que se produzcan las denuncias por todos los medios disponibles, empezando por las actas arbitrales, lo que hasta ahora ocurre en contadas ocasiones, ya que son excepcionales los casos en los que se incluyen incidencias del público. "Si no se conoce el 90% de lo que ocurre en los campos, los medios no son eficaces", agregó Cardenal, que compareció junto a Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad.

La comparecencia de los dos secretarios de Estado suplantó a la del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que fue la que había exigido el grupo socialista. No obstante, Wert afirmó que el Gobierno mostrará toda la firmeza en la lucha contra la violencia física y verbal. "Soy consciente de que el fútbol no es el tenis ni el golf y de que un estadio con 90.000 personas guardando silencio no parece acomodarse mucho a la realidad, pero imaginarse un estadio donde las aficiones animen sin desacreditar al contrario, sin entrar en expresiones racistas y xenófobas es el objetivo", deseó en RNE.

LA MATIZACIÓN El entrenador del Barça matizó ayer sus afirmaciones del domingo, cuando declaró que si se castigaban todos los insultos, el fútbol se quedaría sin aficionados. "Soy sincero: estoy en contra de cualquier tipo de violencia y cada uno que interprete lo que quiera. No tengo mucho más que decir", zanjó el entrenador azulgrana, evitando generar más polémica sobre un asunto muy delicado.