Un Celta de Vigo deprimido por su eliminación europea y en caída libre en la Liga, donde encadena cinco derrotas, busca un triunfo de prestigio ante el Real Madrid, que se juega en Balaídos (21.00 horas) llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo para conquistar el título liguero. Al equipo de Zinedine Zidane le basta con puntuar en Vigo e igualar el resultado del Barcelona el próximo domingo para proclamarse campeón. Matemáticamente necesita 4 puntos de 6 para ser campeón. Así, el Real Madrid se juega la vida y el Celta únicamente su orgullo, tras quedarse sin opciones de luchar por los puestos europeos.

El momento en el que se deciden los títulos no puede ser mejor para un Real Madrid lanzado en lo físico y lo moral. La segunda unidad respondió ante las rotaciones de Zidane, que ya se acaban para los tres últimos encuentros de la temporada. En Balaídos y La Rosaleda se decide el título marcado como gran objetivo del curso. En Cardiff ante la Juve la posibilidad de hacer historia al ser el primer equipo en reeditar éxito en la Liga de Campeones y firmar un doblete histórico.

Son pensamientos de los que huye Zidane, que no quiere excesos de confianza en su plantilla. La mentalidad es ir enfocando cada partido como si fuera una final. «Estamos preparados, nos faltan dos finales y se acabó la Liga. Físicamente estamos muy bien y solo pensamos en este partido y nada más. El Celta que va a jugar lo hará como siempre, como profesionales que son y nada más», explicó el francés.

Ahora, los dos equipos llegan con sus titulares. En el Real Madrid con ausencias en defensa como Dani Carvajal y las más que probables de Pepe y Nacho Fernández. El primero aún con problemas en las costillas y el segundo al que el Comité de Competición no le quitó la tarjeta con la que cumple ciclo. Y sin Gareth Bale en ataque. Los últimos descansos de Zidane fueron para Casemiro, Modric, Isco y Benzema. Todos regresan a un once en el que Danilo seguirá de lateral derecho y Varane es el único jugador en condiciones, con continuas molestias musculares pero forzando, para ser pareja de Sergio Ramos en el centro de la zaga.

La magia de Isco vuelve a escena tras su exhibición en Europa en el Vicente Calderón, donde Benzema dejó una jugada para la historia. El francés será la pareja de ataque de un Cristiano Ronaldo lanzado en la recta final de la temporada con once tantos decisivos en sus nueve últimos partidos. Está apercibido de sanción para el último partido de La Rosaleda como Isco y Lucas.

No le espera un partido fácil al equipo de Zidane por varios motivos. En el vestuario celeste hay varios jugadores con pasado en el Barça; la plantilla quiere lavar la imagen de sus últimos partidos en Liga; y el celtismo no olvida la presión que el Real Madrid ejerció para que este partido, aplazado el 5 de febrero por culpa de un desprendimiento de una parte de la grada de Río por el fuerte temporal que azotó Galicia, se jugase en su día. Berizzo saldrá con su once de gala.