Miguel Linares ya ha trasladado al Real Zaragoza que saldrá del Reus sí o sí. El delantero pide un último ejercicio de paciencia al club aragonés y que le espere porque estampará en breve su firma como nuevo jugador zaragocista. La promesa acentúa el compromiso del futbolista con la dirección deportiva de la entidad, con la que hace semanas llegó a un acuerdo para su incorporación para lo que resta de temporada y una más, a pesar de la venta, ayer, del Reus, que, a expensas del visto bueno de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y del Consejo Superior de Deportes (CSD) evitó in extremis su desaparición. El club lo espera esta misma semana.

La noticia saltó al mediodía. La empresa americana US Real State Investiment se convirtió en nueva propietaria del Reus tras comprar el 99,7% de las acciones y hacerse cargo de los cinco millones de euros de la deuda existente, según informó la entidad en un comunicado. La empresa tiene previsto realizar una ampliación de capital en los próximos días para poder completar la plantilla, que en la actualidad solo dispone de doce fichas profesionales, una de ellas la de Linares. «Llega un tiempo para la estabilización del CF Reus Deportiu», expuso la propia entidad catalana en el comunicado, en el que se añadía que entre los planes de futuro está la construcción de un estadio para 18.000 espectadores.

«Debemos hacer que el club cumpla de inmediato con la Liga, los jugadores y los empleados para mostrar respeto por el juego», continuó un comunicado en el que el club aseguraba que quiere negociar de inmediato con la Liga para hacer constancia de que el club estará en los próximos días al orden de pagos por lo que solicitará el archivo del expediente abierto que debe dictaminar si el club sufre un descenso administrativo a final de temporada. La LFP estaba ayer validando la documentación y que las cuentas de la nueva propiedad dispongan de liquidez. En función de ambas variables aceptará la operación o la echará para atrás.

El Juez de Disciplina Social de la Liga elevó la pasada semana una propuesta de resolución en la que castiga al Reus con 5 años de expulsión de la Liga y 250.000 euros de multa. Además, mientras dicta la resolución definitiva, adoptó la medida cautelar de suspender los derechos de socio del Reus, lo que provocó que la Federación Española decidiese aplazar el encuentro que debía disputar el sábado contra Las Palmas, para «evitar un caos jurídico».

De esta manera se pone punto final a la etapa de Joan Oliver al frente del Reus, y a su grupo inversor en el que figuran nombres como el de Rafa Yuste y Joan Laporta, para dar paso a unos nuevos propietarios, Russel Platt y Clifton Onolfo.

Russell Platt es fundador de Morgan Stanley Real Estate y presidente de Forum Partners y Greppon Advisor, y Clifton Onolfo, ex propietario de Connecticut Wolves SC de USL Div 2 y Global Cities Co-Investment Real Estate.

OTRA DEMORA

Pero la nueva situación no altera un ápice los planes de Linares, que solo quiere jugar en el Zaragoza y que ya ha dejado claro a sus compañeros y al técnico, Xavi Bartolo, que no volverá a vestir la camiseta del Reus bajo ningún concepto. De hecho, si la venta del club tarraconense acaba contando con el beneplácito de la Liga, el delantero acudirá de inmediato con sus abogados a las oficinas de la entidad para solicitar su baja.

Tampoco el Reus quiere que Linares siga. El club y la afición reprochan al aragonés su actitud, negándose a jugar y afirmando, según expuso el técnico, que no volvería a vestir esa camiseta. En todo caso, el Reus solo dejará marchar a Linares cuando obtenga permiso de la Liga para realizar incorporaciones. Porque el aragonés ocupa, ahora mismo, una de las doce fichas que se exigen como mínimo para competir.

Precisamente, ese es el gran peligro ahora. Linares saldrá sí o sí del Reus, pero el Zaragoza ya ha advertido que, si no llega ya, no lo hará. Por eso, el jugador, que habría sido libre a medianoche en caso de no haberse producido el cambio de propietario, ha pedido tranquilidad al Zaragoza y que no busque otro delantero. Porque su situación en el Reus hace inviable que siga.

Y, de momento, el Zaragoza seguirá aguantando. Quiere a Linares sí o sí y, de hecho, ya contaba con el delantero para el partido del viernes ante el Oviedo. Sin embargo, el nuevo giro de los acontecimientos hace prácticamente imposible que llegue a tiempo para ese partido. El Reus no quiere saber nada de él, pero no le abrirá la puerta tan pronto, salvo queno tenga más remedio.