El magnífico circuito de Linza fue el centro de gravedad nacional el pasado fin de semana con la disputa de la primera fase de los Campeonatos de España de esquí de fondo en su versión de estilo clásico. Los mejores especialistas se citaron en este magnífico paraje cercano a Ansó. La segunda parte del Nacional se celebrará el 24 y 25 de marzo en Candanchú con el estilo de técnica libre y los relevos. Dos centenares de especialistas compitieron entre bosques. Los grandes dominadores fueron los esquiadores catalanes y Aragón conquistó 15 metales. Las condiciones climatológicas fueron perfectas. «El sábado fue soleado y el domingo compitieron con una nevada suave y sin viento», apunta Hugo Puigdefábregas, vicepresidente de la Federación Aragonesa, que explica que las condiciones de la pista eran «perfectas. Es una de las cuatro pistas homologadas por la FIS junto a Candanchú, Belagua y Beret. Lo mejor es que el circuito sale del parking», afirma Puigdefábregas.

Cada vuelta tiene una longitud de 2.500 metros. «Según las categorías se dan más o menos giros y oscilan entre los 10 kilómetros y los 2.500 metros. La mitad transcurre por el bosque y la otra mitad por pradera. Es un recorrido tirando a suave más que exigente. Cada vuelta tiene una parte llana, una subida tendida, una subida pronunciada y un descenso. Todo estaba marcado con dos huellas paralelas para que se disputara el estilo clásico». Puigdefábregas valora el esfuerzo del Ayuntamiento de Ansó. «Mantuvo la carretera abierta pese a la nevada. Son 13 kilómetros de una carretera estrecha», reconoce.

El sábado se disputaron las modalidades de esprint. «Es una novedad en España. Son distancias desde los 800 metros los menores de 16 años hasta los 1.400 metros los mayores. Son carreras de mediofondo, esprints a muerte para los esquiadores en un esfuerzo explosivo. Se hacen eliminatorias y los que llegan a la final realizan cuatro carreras». El domingo se realizó la competición larga de distancias desde los 10.000 metros hasta los 2.500 metros.

Nuevo impulso

Ha llegado una nueva etapa con José Ricardo Abad como presidente de la territorial. «Ha tenido que ver el cambio de presidencia. También hemos dado una vuelta al Centro de Tecnificación (CETDI) y se ha pasado de 4 a 13 chavales. Intentamos dar una vuelta a la situación económica y que la Federación Aragonesa sea viable. Hemos parado la sangría económica y de cara a la temporada que viene tendremos recursos para trabajar con los clubs y promocionar el deporte», dice.

Sobre los resultados en Linza, Puigdefábregas confiesa que «esperábamos menos de lo que hemos tenido. El sábado tuvimos 10 metales y el domingo 5, pero tendrían que ser 20 medallas cada día. La territorial aspira a poner a Aragón en el lugar que le corresponde». Para llegar a este estatus «tenemos que trabajar todos, la territorial, los clubs y las instituciones. Hay que decirles a las estaciones que somos centros deportivos y no de turismo. En Candanchú se percibe que se hace más deporte, pero otras son centros de turismo».

Lo más destacado en los resultados fue la actuación de Alba Puigdefábregas. «Ganó en júnior con 18 años y se quedó a cinco centésimas de la primera sénior, la catalana Lydia Iglesias. También destacó Olaya Plazas, del CETDI, que es U-16 y disputó los 5 kilómetros. La primera aragonesa fue Alejandra Ara, la cuarta y en U-16 también terminó cuarto Nil Tosas en 5 kilómetros». En absoluto el olímpico Diego Ruiz ganó el esprint veteranos y en 10 kilómetros Carlos Lannes se impuso y Adrián Clavero fue cuarto.

Ahora llegan momentos ilusionantes para Aragón porque Martí Vigo puede disputar sus primeros Juegos Olímpicos. «Ha cumplido el primer criterio que era terminar una prueba de la Copa del Mundo entre los 30 primeros o entre los 15 de la Copa de Europa. El domingo acabó el 23 en Dresden en la Copa del Mundo. Y Alba Puigdefábregas disputa desde la semana que viene el Mundial júnior en la estación suiza de Goms», concluye.