Estaba lleno, lleno hasta la bandera y, mucho más, hasta el palco. La inauguración del Centro Aragonés del Deporte con la brillante joya de El Guerrouj abarrotó el graderío y concentró una nutrida expedición de políticos y autoridades. Encabezando la comitiva, en su primera aparición por Zaragoza, Jaime Lissavetzky, el nuevo secretario de Estado para el Deporte. Los halagos y las buenas palabras monopolizaron su discurso ante los medios de comunicación. "Es un magnífico estadio, lo dicen las marcas. Es una apuesta fuerte por el atletismo y el deporte que se ha hecho desde Aragón. Son instalaciones que dejan huella", declaró, ayer, Lissavetzky.

El secretario de Estado para el Deporte estuvo en Zaragoza pero miró hacia todo Aragón. Puso el punto de mira en el norte. En Jaca. "Aragón está apostando muy fuerte por el deporte, no sólo con esta instalación, sino también en Jaca. Me he reunido con el Gobierno de Aragón y el alcalde de Jaca para ir avanzando en el proyecto del Centro de Alto Rendimiento de Nieve y Hielo que queremos desarrollar. Espero volver pronto para firmar el convenio", comentó Lissavetzky, que fue cauto a la hora de valorar un nuevo proyecto olímpico para los Pirineos. "Hay que ver en qué aspectos la candidatura pueden ir mejorando. Cuando esto se haga habría que presentarse, pero yo no sabría decir cuándo", añadió Lissavetzky.

EL FUTURO Miembros del Gobierno autonómico y municipal estuvieron también en la cita. Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, y Luis Pastor, concejal de Deportes, representaron al consistorio local. Marcelino Iglesias, presidente de Aragón, Eva Almunia, consejera de Educación, Cultura y Deporte, y Pedro García Villamayor, director general de Deportes, pusieron cara al gobierno autonómico. "Es una buena pista. Lo que nos interesa es que los atletas estén cómodos en ella, que es lo que me han comunicado. Ese es nuestro objetivo porque queremos hacer este evento bianual", comentó Marcelino Iglesias. "Ha sido un magnífico mitin, porque Zaragoza se ha volcado", recalcó Pedro García Villamayor.