Cientos de seguidores del Liverpool desafiaron de noche y de madrugada las recomendaciones de las autoridades y el entrenador del club, Jürgen Klopp, para celebrar el primer título del campeonato inglés del club en 30 años y se concentraron en masa frente al estadio Anfield Road. La euforia impidió respetar las medidas de distanciamiento en plena desescalada británica en la lucha contra el Covid 19.

El título se decidió en Londres, con la victoria de Chelsea (2-1) sobre el Manchester City, que colocó a los 'Red' fuera del alcance del equipo de Guardiola, defensor del título. Precisamente, el técnico catalán fue de los primeros en felicitar al Liverpool. "Enhorabuena a todos los jugadores, técnicos y aficionados del Liverpool, se lo merecen", dijo Guardiola tras la derrota de su equipo.

EL PITIDO FINAL

Fue a partir del pitido final, cuando cientos de seguidores rojos olvidaron toda precaución, a pesar de la llamada del entrenador Jürgen Klopp que les había ordenado que fueran cuidadosos en la celebración. "Espero que te quedes en casa o salgas de tu casa si quieres, pero no más", recomendó al micrófono del canal de televisión Sky Sports, después de haber dedicado el título a los aficionados. Humo, fuegos artificiales, banderas, bufandas, toda la indumentaria de los partidarios del Liverpool estaba frente a Anfield Road. La gente se abrazaba y besaba alegremente en la calle. Nadie, desgraciadamente, tuvo presente que la pandemia aún no está superada y los rebrotes pueden aparecer en cualquier momento, incluso en la euforia por la victoria.

Y es que llevaban nada menos que 30 años sin conquistar el título, muchos años de desilusión desde 1990, la última vez que el Liverpool reinó sobre el fútbol inglés. Los coches también desfilaron por las calles alrededor del estadio haciendo sonar las bocinas.

REUNIDOS EN UN LUGAR SECRETO

Los jugadores se reunieron en un lugar secreto para seguir juntos la retransmisión del Chelsea-City. Mientras, las autoridades locales también reaccionaron y tras la conquista del título el ayuntamiento y el famoso Saint-George's Hall, un edificio administrativo pero con la arquitectura de un antiguo templo, se iluminaron con los colores del club.

Al poco, Klopp, aseguraba que era "increíble ser campeón con este equipo". Y añadía: "Ha sido muy fácil motivar a los jugadores por la gran historia que tiene el club. Es un logro increíble para mis jugadores, por lo que han hecho durante los últimos tres años", apuntó el técnico alemán.