El gesto de Francisco no era de satisfacción. Un empate ante el Barcelona debería ser un resultado positivo para un colista, pero a falta de seis partidos todo lo que no sea ganar no le vale al Huesca. «Cada vez nuestro objetivo es más complicado y más si no sumamos. Llevamos tres jornadas sin perder, pero eso no sirve de nada. Solo nos vale ganar», dijo el entrenador almeriense.

El técnico del Huesca comentó que el planteamiento de su equipo sí se cumplió salvo en el último mandamiento. La idea original era tener más empuje en los minutos finales, algo que no se consiguió por el desgaste del trabajo defensivo anterior». Al final queríamos hacer el partido que hemos hecho, pero es verdad que en los últimos diez minutos nos faltó ese fuelle que queríamos tener. Nos hemos enfrentado a un equipo muy diferente al que se podía esperar, pero los que han jugado también son buenos jugadores, que nos han hecho tener que trabajar durante todo el partido y eso nos ha desgastado», razonó el técnico.

Esta ausencia de pegada, casi no haber tenido ocasiones, no ha sido una cuestión de valentía. «Falta de ambición seguro que no, pero es cierto que han tenido mucha posesión, nos han dominado bastante y provocado mucho desgaste para que no hayamos tenido la oportunidad de generar situaciones de ruptura que queríamos. No nos ha salido el plan porque no hemos ganado», sentenció Francisco.

Por su parte, el análisis de Ernesto Valverde, entrenador del Barcelona, se centró en el contexto de la temporada en el que llegaba el partido a su equipo: «Está claro que nos gusta ganar siempre, pero es verdad que este partido tenía una connotación porque es una semana especial, de venir a jugar un partido muy intenso, largo, y tenemos la vuelta (de la Liga de Campeones) el martes. Era el momento de hacer cambios y también hemos alterado la forma de jugar para adaptarnos a los jugadores que teníamos», explicó.