El centrocampista Lluís Sastre fue presentado ayer como nuevo jugador de la Sociedad Deportiva Huesca, club en el que militó durante cinco temporadas (desde 2007 hasta 2012) y que, cinco años después, vuelve a la disciplina oscense.

El jugador balear, que lucirá el número 22 en su camiseta, afirmó en su primera rueda de prensa que su nuevo equipo es «un buen bloque que compite muy bien, algo fundamental en la categoría».

Sastre aseguró que sus experiencias en Valladolid y Leganés durante estas temporadas entre Segunda y Primera División le han convertido en un futbolista con «más experiencia, la que te dan los partidos y he mejorado en algunos aspectos. Ahora soy más completo».

A pesar del buen momento de forma de su nuevo club y de su posición en la tabla, Sastre considera que lo primero que hay que buscar es la permanencia en la categoría de plata, ya que se trata de una competición muy igualada y que, a partir de ahí, se irá viendo «partido a partido».

Sastre reconoció que le falta algo de ritmo por haber jugado pocos minutos en su anterior equipo y promete trabajar duro para ganarse la confianza de Anquela.

Vieja aspiración / La llegada del centrocampista al Huesca cerró uno de los culebrones más largos en materia de fichajes que se recuerda en el club altoaragonés. Tras la salida de Fran Mérida, el Huesca se puso manos a la obra para reforzar el medio del campo oscense con un recambio de garantías y Sastre siempre fue el primero de esa lista. En el mercado veraniego se intentó su contratación hasta el último momento pero finalmente no salió del Leganés, donde fue una pieza fundamental y titular en el histórico ascenso a Primera División.

Sin embargo, en esta temporada no ha contado para Asier Garitano y tan solo ha jugado dos partidos, uno completo en Liga ante el Barcelona y 65 minutos en la derrota de su equipo en casa ante el Valencia en Copa del Rey.