Lo que había sido amenaza en Houston, ayer fue una realidad caída del cielo. La lluvia hizo acto de presencia cuando Roger Federer y Gastón Gaudio llevaban ocho minutos sobre la pista y, al cierre de esta edición, el primer juego de individuales de la Copa Masters, que por segundo año consecutivo se disputa en Tejas al aire libre, seguía paralizado. El partido de Carlos Moyá, único español clasificado para disputar esta prueba, frente a Lleyton Hewitt, previsto para las siete de la tarde (dos de la madrugada en España), era una auténtica incógnita por las condiciones meteorológicas que existirían en ese momento.

A falta de pista cubierta en el Club de Tenis Westside --una de las razones que ha motivado los dos últimos años que se cuestione la celebración del torneo en Tejas-- la única esperanza de los organizadores era que dejara de llover. Las previsiones meteorológicas, sin embargo, no permiten ser muy optimistas hasta el jueves. Este es el gran problema por el que la organización de esta reunión de campeones emigrará a la ciudad china de Shangai la próxima temporada.

Los ocho minutos disputados ayer pusieron por delante, momentáneamente, a Federer, que no cedió ningún punto en su primer juego. Aunque el suizo pudo romper el servicio de Gaudio en el segundo, el argentino ganó los dos puntos siguientes (uno de ellos con un ace ). Fue el propio Gaudio quien, en ese momento y ante las primeras gotas, pidió la paralización del juego.

FINAL FEMENINA Al cierre de esta edición se debía disputar en Los Ingeles la final femenina entre Serena Williams y Maria Sharapova. El duelo repitió la última final que ambas tenistas disputaron sobre la hierba de Wiblendom y en la que la estrella rusa superó a la pequeña de la saga Williams. Serena, de 22 años, jugaba su tercera final del Masters después de haberlo ganado en el 2001 y perder el título en el 2002 ante Capriati. Sharapova, de 17 años, disputaba su primera final.