El Alavés traslada toda la presión de la semifinal al Zaragoza. Los jugadores del conjunto vitoriano, que ayer tuvieron jornada de descanso, quieren salir de víctimas en el duelo de mañana en La Romareda por una plaza en la final de Copa con el objetivo de dar la sorpresa. "No tenemos nada que perder y lo afrontamos con la ilusión que tiene un equipo pequeño. Llegar hasta aquí ya es un premio, aunque está claro que ahora vamos a por el gordo", destacó Pablo.

Para el centrocampista, "las espadas están en todo lo alto" después del 1-1 que se registró en el partido de ida, que obliga al Alavés a marcar como mínimo un tanto para lograr el pase. "Y eso no va a ser fácil, porque el Zaragoza se está aplicando muy bien atrás, ya que defienden con once, desde Villa hasta Láinez, casi como un equipo de Segunda", añadió Pablo.

Golpe moral

Ese gol en el último instante que marcó Savio en Mendizorroza fue un golpe anímico muy duro para el conjunto vitoriano, porque "el 1-0 era una ventaja buena y habíamos sido superiores durante todo el choque", explicó Iván Alonso, que se mostró optimista a la hora de afrontar el choque en La Romareda. "La ilusión está ahí, aunque sabemos que el Zaragoza es el favorito y el que tiene toda la carga de presión para pasar la eliminatoria. Por eso es el equipo de Primera", apostilló.

El delantero argentino aboga por salir con la cabeza fría en el estadio zaragocista, sin obsesionarse en ese gol que necesitan: "Tenemos que marcar, pero no vamos a ir a la desesperada a buscar el gol desde el primer minuto. Hay que salir con mucha cabeza", aseguró, para después dejar claro que la derrota del domingo en Liga ante el Sporting, un rival directo en la lucha por el ascenso, no les va a afectar en el encuentro de mañana.

Sin embargo, sí ha dolido y mucho caer en el Molinón, porque retornar a la élite es el punto básico e irrenunciable de la temporada alavesista. "En Liga se nos están complicando las cosas y es ahí donde tenemos más puesta la cabeza", admitió Pablo, mientras que el guardameta Gaspercic reconoció esa misma verdad pero con otras palabras: "Lo fundamental es el ascenso, pero la Copa es ahora importante porque es el próximo partido. Además, en este torneo la presión es menor, ya que no tenemos nada que perder".

Apelando a esa menor presión que el Zaragoza y al espíritu de un bloque irregular en la Liga y que está dando lo mejor de sí en la Copa, el Alavés no renuncia a dar la campanada y plantarse en la final. Y queda el apoyo de la historia reciente, ya que el conjunto vitoriano logró el pase en las dos últimas rondas en el estadio del rival de Primera, empatando (1-1) en Zorrilla ante el Valladolid después de igualar sin goles en Mendizorroza y perdiendo por la mínima (1-0) en Balaídos con el Celta tras el 4-2 de la ida. Eso es más que un aviso.