La selección española de balonmano, que conquistó el oro en el Europeo de Croacia, desató la locura ayer en su llegada al aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez, en el que les esperaban cientos de personas, la gran mayoría niños y adolescentes. Con algo más de media hora de retraso sobre el horario previsto, los integrantes de la selección española fueron saliendo uno a uno por la puerta de llegadas de la terminal 2 del aeropuerto madrileño.

Todos salieron con una sonrisa y la medalla de oro colgada del cuello, con la que posaron en una fotografía de grupo y posteriormente atendieron a los numerosos aficionados que acudieron a recibirles. ‘Sí, sí, sí, el oro ya está aquí’, fue el lema más coreado por los aficionados, sobre todo los más jóvenes, maquillados para la ocasión con la bandera de España en su cara.

Muchos de esos niños y adolescentes fueron juntos al aeropuerto. Uno de esos grupos, con 37 integrantes, lo llevó Gustavo Caso, histórico entrenador y firme amante del balonmano desde su puesto de profesor durante décadas de Educación Física del colegio Valdeluz.Tras atender a los medios de comunicación, los jugadores siguieron haciéndose fotos con todos los aficionados y, en algunos casos, saludando a amigos y familiares, pero siempre con una sonrisa y la satisfacción por los resultados de su trabajo.

Zupo Equisioain, técnico del Benidorm y uno de los entrenadores españoles con más títulos conquistados, afirmó que espera que el balonmano español sepa rentabilizar por fin el éxito logrado por la selección en el Europeo de Croacia. «Nunca lo hemos aprovechado para hacer crecer la competición. Ni con el efecto Urdangarín ni cuando ganamos los dos Mundiales. Espero que este oro ayude a cambiar la dinámica», comentó el preparador navarro, quien conquistó varios títulos de Liga, Copa y torneos continentales con el Portland San Antonio.

Para Equisoain, un éxito como la medalla de oro en el Campeonato de Europa «tiene que ser aprovechado» para impulsar al balonmano en los medios de comunicación «y así poder atraer a los patrocinadores. Las audiencias demuestran que a la gente le interesa el balonmano», terminó el entrenador.