El francés Sebastien Loeb (Citroën Xsara) se proclamó ayer campeón del mundo a falta de dos pruebas para que concluya el campeonato, después de finalizar segundo el Rally de Córcega, en el que se impuso el estonio Markko Martin (Ford Focus) y en el que el español Carlos Sainz (Citroën Xsara) fue tercero. El título mundial de Loeb es el primero que consigue, tras debutar en el Mundial en 1999, y es el segundo consecutivo para Citroën, que el año pasado también se hizo con el campeonato gracias al triunfo del noruego Petter Solberg.

El estonio Markko Martin, líder desde el primer día, consumó su triunfo en Córcega con una ventaja de 2.02 minutos sobre Loeb. La tercera posición fue para Sainz, a 2.55; la cuarta para el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot 307), a 3.29; y la quinta para el noruego Petter Solberg (Impreza), a 5.06.

Loeb, de 30 años, es el segundo francés que logra el campeonato, doce años después de que lo hiciera Didier Auriol en 1992 y transcurrido un lustro desde su debut en el Mundial. Loeb estaba considerado como especialista en rallies sobre asfalto, pero ya ha dejado claro con creces que es capaz de ganar sobre cualquier tipo de superficie.

INICIOS DE GIMNASTA Tras comenzar su actividad deportiva como gimnasta, especialidad en la que alcanzó cierto nivel, pronto se decantó por el automovilismo, y debutó en competición sobre cuatro ruedas en el Rally del Florival de 1996 al volante de un Peugeot 106. Al Mundial llegó en 1999, en el Rally de Córcega, y tardó tres años en lograr su primer triunfo (Alemania 2003). Además, se proclamó campeón de Francia en el 2000, y a la temporada siguiente se llevó el título del Mundial Júnior.

Carlos Sainz, compañero de equipo de Loeb, se mostró contento con su tercer puesto y con el título del galo. "Me voy de Córcega contento, tanto en lo personal como por el equipo, y por Sebastien, que el año pasado perdió el título por poco y este año ha logrado su merecido premio. Felicito a Loeb y a Citroën", agregó el piloto madrileño.