--Tras salir cedido del Zaragoza, ha empezado en el KAS Eupen como titular. Menudo cambio...

--Claro. Tenía ganas de jugar y echaba mucho en falta esa sensación de tener continuidad. Me siento muy bien aquí, en el primer partido acabé muy contento, también en el segundo, aunque claro que me queda por progresar y por dar más.

--La presencia de Tintín Márquez como técnico fue vital para irse a la Segunda belga.

--El entrenador me llamó para saber cómo me encontraba y cuál era mi deseo. Puso mucho de su parte para que yo me decidiera y pesaron las ganas que tenía de jugar porque en Zaragoza pasaban los meses y no había manera de hacerlo.

--Tras regresar de su cesión en el Xerez, ¿cómo ha vivido estos meses en el Zaragoza sin apenas jugar ni ir convocado?

--La verdad es que ha sido muy duro. Un jugador joven, que lleva una progresión buena a mi modo de ver, con bastantes partidos en Segunda.... Esperaba seguir consolidándome en la categoría, avanzar como futbolista y mirando a esa posibilidad del ascenso y de poder jugar en Primera. Sin embargo, las cosas cambian y de la noche a la mañana sin saber por qué paso en pretemporada de ver al entrenador muy ilusionado conmigo a que después ni se fije en mí en los entrenamientos. Fue difícil, claro.

--¿Le aclaró ese cambio?

--Hubo las charlas entre él y yo y son cosas que se quedan ahí. Es algo personal.

--¿Le guarda rencor? ¿Cree que el técnico fue claro con usted?

--Yo rencor no le guardo ni a él ni a nadie. Todos somos personas y cuando decides te puedes equivocar, como también puedo hacerlo yo. Lo que sí tengo claro es que mis ilusiones estaban ahí y en ese sentido él no me ha ayudado. Simplemente eso. Fue claro en algunos momentos y en otros, pues no.

--Usted solo jugó dos partidos en Liga y 42 minutos. Ante el Lugo fue titular y Herrera le quitó antes de la media hora. ¿Ahí ya pensó que iba a ser imposible?

--¿Porqué iba a pensar que lo iba a tener imposible si fue mi primera vez como titular? El partido no fue bueno, pasó y se habló lo que sucedió. El míster creyó que había que sacrificar a alguien y fui yo el más débil, el más fácil de sacar, porque había otros jugadores con más peso, más contrastados y con más partidos en Primera. En frío se reflexiona y lo acabas aceptando porque es lo que toca. Ese partido no me hizo bajar los brazos, seguí trabajando duro igual.

--¿Llegó a bajarlos después?

--No. Yo me siento tranquilo porque lo he intentado hasta el último día. Tenía asimilado que el fútbol siempre puede variar, que puede llegar la oportunidad. Por eso no bajé nunca los brazos.

--¿Decide salir en enero o la decisión está tomada ya antes?

--La posibilidad de seguir hasta junio estuvo presente hasta el final. Yo necesitaba ir a un equipo donde podía jugar y demostrar lo que tengo. No lo tuve claro hasta que llegó la propuesta del Eupen y la intención de Tintín de que fuera allí. Estuve esperando esa oferta que considerara buena, llegaron algunas que desestimé porque hubo equipos interesados, también en Segunda, que no me llamaron la atención a nivel de darme seguridad. Pero si me hubiera quedado habría seguido trabajando igual de duro, con la ilusión de entrar en el equipo en todo momento.

--El Zaragoza ha bajado en los últimos tres partidos el nivel de enero. ¿Cómo lo ve?

--En enero la cosa se puso muy bien y ahora ha llegado una pequeña mala racha, pero el equipo sigue bien colocado para lograr el objetivo de subir. Estos partidos que han pasado nos han hecho bajar el ánimo a todos, pero queda Liga aún.

--Pero se ven muchos problemas, conflictos en la directiva, jugadores expedientados, impagos, retrasos... Un ambiente muy difícil para pensar en subir, ¿no?

--Pero eso es por así decirlo ruido exterior del que no nos toca opinar a los futbolistas. Conozco bien ese vestuario y sé lo que hay, pero es que cualquier equipo que quiera tener éxito debe saber aislarse de los problemas que tenga a su alrededor, hacer piña desde dentro y trabajar para lograr esa meta. Y problemas no solo hay en Zaragoza sino en muchos equipos españoles. En Segunda, en muchísimos.

--¿Ve al Zaragoza en Primera División en junio?

--Sí, lo veo con posibilidades, por supuesto que sí. Ojalá se logre.

--¿Y su futuro? Le queda la próxima temporada de contrato en el Zaragoza y debe volver al club el 30 de junio.

--A mí en Zaragoza creo que no se me puede juzgar porque tan apenas he jugado. Es mi último año, volveré y a ver qué pasa. Mi objetivo es jugar allí. Yo siento que tengo el nivel para hacerlo, quiero ser importante y lo voy a seguir intentando. Esa es mi única idea ahora.