Es ya evidente que Lucas Wílchez no está teniendo suerte en su primera temporada como zaragocista. Las molestias en el abductor y en el pubis que han lastrado al jugador en el final de la pretemporada y en el inicio de Liga desembocaron en una rotura de fibras en el músculo obturador externo derecho, que se encuentra junto al pubis, según reveló ayer el diagnóstico de las pruebas que se hicieron al futbolista entre el martes y el miércoles.

Se trata de una lesión en una zona que no influye en demasía en la práctica del fútbol, por lo que la recuperación de una rotura de fibras puede ser más rápida que en otras zonas más decisivas, como isquiotibiales, sóleo o gemelos. Aun así, su duración es variable, dependiendo de cada caso. De hecho, el deportivista Salomao ha estado varios meses de baja por esa dolencia, si bien ése no tiene por qué ser el caso de Wílchez. De todas formas, lo más lógico es que el periodo de baja del jugador argentino oscile entre las dos y las cuatro semanas, dependiendo de la intensidad del dolor, que en todo caso ahora es importante.

SIN SUERTE Lucas Wílchez, cedido por una temporada por el Colo Colo, lleva arrastrando casi un mes problemas en sus abductores y, tras jugar en el debut liguero ante el Valladolid, fue baja contra el Espanyol por esas molestias. Ante el Málaga pudo jugar, pero su rendimiento no fue el esperado y probablemente esas molestias tuvieron que ver. Fue relevado en la segunda parte, en el 59.

Wílchez explicó antes del partido contra el Málaga que esas molestias en el abductor no le impedían correr pero sí golpear con comodidad el balón. El jugador de La Plata expresó la contrariedad que le habían producido sus problemas físicos porque esperaba estar entre los titulares cuando llegó y lesionarse le puso de "muy mal humor".