Vaya por delante. El mundo es cambiante y el mundo del fútbol, aún más. Así que lo que hoy es de una manera, mañana perfectamente puede ser de otra. Al paso por abril y con la resurrección del equipo como impulso, Láinez se muestra igual de categórico que cuando llegó. «Hay cero posibilidades de que siga la temporada que viene», respondió ayer cuando fue cuestionado al respecto en Radio Zaragoza.

En torno a la figura del entrenador, y especialmente sobre su continuidad, se ha abierto un debate social alimentado por su fulgurante entrada en el cargo. Aval o condena de cualquier técnico, los resultados lo defienden con rotundidad: 11 puntos de 15 posibles. Sin embargo, no es eso. O no solo eso.

En este corto tiempo, lo que ha elevado la figura de Láinez ha sido su extraordinaria lucidez, esa capacidad para comprender la problemática a la que se enfrentaba, para valorarla con un juicio muy certero y para aplicarle las mejores soluciones, que han sido las que han traído los mejores resultados. No ha sido solo el botín de 11 puntos, sino una imagen muy consistente de aptitud para el cargo, de inteligencia y de competencia profesional. Eso es lo que ha abierto de forma tan apasionada el debate público. El implicado quiere que el club siga el camino que ya tiene emprendido, emular a Luis Costa y mantener cerrado ese debate. Por eso fue tan concluyente. «Cero posibilidades».