Esta jornada va a decir muchas cosas, una de ellas, posiblemente, la que se viene intuyendo desde hace tiempo: que la permanencia en la élite del fútbol español, salvo giro brusco a favor o en contra en otra dirección, pasará por un pulso cerrado, íntimo y agónico una vez más con el Albacete, el club que acompañó al Real Zaragoza en el ascenso --celebrado por ambos en La Romareda en el pasado curso-- y que ahora lleva una mala vida paralela a la del conjunto aragonés. Hay rivales que están cerca, pero existe una distancia cuantitativa que se aprecia en lo material, los puntos, y otra cualitativa que descubre a una plantilla limitada para empresas que no sean la conservación de la categoría. El debate sobre si había un grupo de jugadores capacitados para situar al equipo en una zona templada se ha cerrado con el portazo de la evidencia.

A expensas de terceros

No hay nada más terrible, por la falta de alternativas, que reducir el duelo a un único enemigo. Se mira al Valladolid sin el lesionado Makukula, al Mallorca, al Celta, al Málaga como posibles víctimas de una depresión en la recta final. Esa tendencia a desear el mal ajeno, a estar a expensas de terceros, destapa la fragilidad de un Zaragoza que ha dejado de depender de sí mismo, la más cruel de las tesituras. El círculo se cierra, por lo tanto, entorno al Albacete de César Ferrando, un grupo preparado desde el primer minuto de la temporada para este trabajo de buceo por aguas turbulentas. Todo lo contrario que el equipo zaragocista, al que le metieron pájaros en la cabeza y por eso ahora anda medio loco, buscando aún su identidad.

Este fin de semana, los manchegos reciben en el Carlos Belmonte al casi deshauciado Murcia, y el Real Zaragoza, a un Villarreal con la mirada puesta en la UEFA y quién sabe si en la Champions . El cruce de caminos entre ambos se dará en el calendario en once de los catorce partidos que restan para el término de la Liga. Villarreal, Valladolid, Málaga, Madrid, Espanyol, Celta, Racing, Athletic, Sevilla y el choque que puede ser decisivo, en la jornada número 35, a cuatro de la bajada del telón: Albacete-Real Zaragoza.

A tres meses del cierre del campeonato, duele especialmente el 0-1 del Albacete en La Romareda. Ese resultado, propiciado por un grave error del portero Valbuena, escoció en su momento, pero según está de delicado el panorama, aquel gol de Mikel es ahora un puñal. Por cierto, la única victoria a domicilio del Alba por el momento, el segundo equipo más pobre como visitante tras el Espanyol. En el Carlos Belmonte, sin embargo, se sostiene con cierto decoro con 17 puntos cosechados pese a sus cinco derrotas, tres de ellas ante Deportivo, Bar§a y Valencia. El 2 de mayo el Real Zaragoza acudirá a Albacete a jugar un partido, muy posiblemente algo más que un partido si todo sigue igual.