Tamudo arregló lo que iba camino de ser un estreno decepcionante. Lo fue sin paliativos en el primer tiempo, en el que Venezuela, un discretísimo rival, puso en evidencia a España, sumida en un mar de dudas e incapaz de dar una a derechas para desesperación de Luis Aragonés. Por si no lo tenía claro, el nuevo seleccionador ya sabe que tendrá que apelar a algo más que al compromiso de los jugadores para levantar a un grupo que anduvo bajo mínimos durante 45 minutos. El delantero le marcó el camino de la renovación con dos goles en la segunda parte.

Ya se contaba con que a estas alturas España no tendría la frescura adecuada para realizar una exhibición. Tampoco debía pensarse que la mano de Aragonés obraría milagros. Por eso, entre otras cosas, optó por empezar con el bloque con el que Iñaki Sáez inició la cita portuguesa. Y si quería que el equipo empezara a crecer desde la solidez, el resultado de su primer envite fue descorazonador. Lo de atajar las virtudes del contrario y aprovechar sus defectos resultó una misión imposible para un conjunto sin ritmo y sin ideas.

CAÑIZARES, SORPRENDIDO Una cosa lleva a la otra y todo acabó emponzoñándose hasta salpicar a quien llevaba la noche más tranquila. Cañizares, titular por Casillas, pensaba, como la mayoría, que un gol arreglaría las cosas. Lo marcó Morientes (m. 41) y todos respiraron hondo para oxigenarse y ver si podían adecentar algo más que el marcador. No fue así porque el portero del Valencia se tragó el balón que fue a su puerta. Albelda, Puyol y Salgado dejaron hacer a Rojas y el venezolano conectó un buen tiro (m. 45).

La entrada de Valerón, Torres, Reyes y Tamudo en el segundo tiempo cambió la cara del ataque español, sobre todo por la parte que les toca a los jugadores del Espanyol y del Arsenal. El catalán estuvo en todas y puede haberse ganado la titularidad en esta nueva etapa con dos goles que tumbaron a Venezuela. En el primero se limitó a aprovechar la bisoñez de la zaga suramericana (m. 56), pero el segundo fue un gol de bandera; entró entre los centrales para rematar con todo un gran centro de Reyes (m. 66). Dos que se han ganado el puesto para Aragonés.