Cañizares no acepta de buen grado verse relegado nuevamente a un segundo plano en la selección española. Luis Aragonés ha llegado a esa conclusión y se plantea dejar de convocarle porque considera que la actitud del portero valencianista no favorece el trabajo que quiere llevar a cabo. Para los próximos partidos de la fase de clasificación para el Mundial de Alemania 2006, contra Bélgica y Lituania (9 y 13 de octubre), estudia la posibilidad de llamar a Reina, portero del Villarreal, aunque también el barcelonista Víctor Valdés está en su agenda.

Aragonés llegó a pensar en otorgar la titularidad a Cañizares por considerar que su papel podía ser más adecuado para el achique defensivo que quiere implantar en el equipo español. Su pobre actuación en el amistoso ante Venezuela y las decisivas intervenciones de Casillas en los siguientes encuentros frente a Escocia y Bosnia Herzegovina han inclinado la balanza del lado del meta del Real Madrid.

Parece que definitivamente, ya que el técnico madrileño adelantó que quien empezara como titular en el primer partido oficial seguiría siéndolo, salvo desastre o accidente, después. El día antes de viajar a Zenica, el seleccionador y el portero del Valencia mantuvieron una larga charla de la que el segundo no acabó nada satisfecho.

Aclarado el tema de la portería, Aragonés tiene que solucionar ahora el grave problema que supone el hecho de que la selección tarde todo un tiempo en comenzar a funcionar medianamente. Y eso que hasta ahora sólo se ha enfrentado a rivales de segunda fila. Prescindir del delantero centro teniendo a Morientes se antoja un lujo poco razonable, lo mismo que mantener a Raúl los 90 minutos sobre el campo con el desgaste que le supone tener que bajar continuamente para enlazar con los centrocampistas. La pareja Albelda-Baraja tampoco alcanza la jerarquía que tiene en el Valencia, mientras que el jugador del Arsenal Reyes, que pasa por ser el jugador más en forma, no hizo mucho por ganarse la continuidad como titular.

EL CASO VALERON Ante ese estado de cosas, el seleccionador puede volver la vista hacia Valerón, pese a que hasta ahora ha estado alineado en la extendida corriente de quienes piensan que el deportivista sólo rinde a buen nivel cuando juega a favor de obra. Pese a ello, en el próximo partido cobra fuerza la posibilidad de que el canario actúe de entrada como enganche, con dos delanteros por delante. La evolución de Raúl debería señalarle si conviene mantenerle como titular o si, por el contrario, resulta más efectivo saliendo desde el banquillo en las segundas partes.