--¿Cómo se encontró en el puesto de mediocentro en el Camp Nou?--Me acoplé rápido y creo que realicé un buen trabajo. Hay mucha diferencia de movimientos con respecto a la demarcación de lateral y sólo he jugado un partido, pero tampoco es un sitio que me venga de nuevo, aunque es verdad que hacía tiempo que no jugaba ahí.

--Desde las categorías inferiores del Zaragoza, concretamente. Muchos dicen que es su posición natural, pero en el primer equipo nunca actuó ahí hasta el jueves.--Es cierto. Cuando subí con Víctor Fernández, me puso de central, estuve un par de años jugando ahí a un nivel aceptable y, más tarde, con Rojo, probé de lateral. A partir de ahí combiné ambas posiciones, pero no volví a jugar más de mediocentro hasta el jueves.

--¿Y para el futuro?--Pues lo veo como una alternativa, una opción válida más, que puedo ofrecer. El entrenador, cuantas más variantes tenga, siempre podrá sacar más rendimiento a la plantilla.

--Puede que repita mañana en La Romareda, aunque muchos dicen que usted tiene cierto temor a la grada zaragocista.--No es cierto, para nada. Llevo mucho tiempo aquí y sé que el público de La Romareda es bastante exigente, porque ha visto a jugadores de mucha clase, pero siempre jugué más cómodo en casa que fuera. Yo, si juego, lo daré todo para que podamos ganarle al Real Mallorca.

--También se dice de usted que es un jugador acomodado.--Quien lo diga no tiene razón. Es un comentario sin ningún argumento y desde luego no le presto atención.

--Buen momento el actual, pues, para reivindicarse ante esas opiniones críticas. En el Zaragoza le ha faltado continuidad, pero con 28 años no es tarde aún.--Para la gente que somos de aquí, porque tenemos detrás muchos aficionados que nos valoran, cada partido es un examen. Yo, desde luego, me lo exijo así, pero también llevo mucho tiempo en esto y a mí nadie me ha regalado nada. He intentado aportar lo máximo al equipo. Salgan mal o bien las cosas, siempre pongo todo en el campo.

--¿Cómo ha valorado el vestuario la victoria ante el Barcelona?--Hay que valorarla por el golpe de efecto en el ánimo que tiene. Sin dejar de lado la opción que tenemos de pasar a semifinales de la Copa, lo que realmente nos importa tanto a los jugadores como a la afición es salir de los puestos de descenso. Ahora se van a decidir muchas cosas, tenemos un calendario más propicio en la Liga y qué mejor manera de afrontarlo que con un triunfo en campo del Bar§a después de tanto tiempo sin vencer allí.

--Es el primero de Víctor como técnico del Zaragoza. ¿Se percibe mucho cambio en el vestuario?--Siempre que llega un entrenador nuevo todos nos exigimos un poco más. No sé por qué, pero sucede y así hay que aceptarlo. Ahora la plantilla está más unida, más fuerte, y espero que eso valga para que el Zaragoza salga hacia delante en estos partidos en los que nos jugamos puntos vitales sirva.

--¿Hay temor en el equipo por un posible descenso a Segunda?--La palabra descenso está prohibida en el vestuario. Queda mucho tiempo para rectificar y está en nuestra manos hacerlo, pero debemos ir partido a partido y estar unidos. Lo hicimos así ante el Barcelona y hay que mantenerlo.