Luis Enrique Martínez, nuevo entrenador del Barcelona para las dos próximas temporadas, anunció un año de cambios para un equipo que se quedará "con todos los jugadores importantes" que tiene en la plantilla y se reforzará "en todas las líneas". El asturiano vivió su primer día como barcelonista con la intensidad que le caracteriza. Mandó guiños a Pep Guardiola y a Louis van Gaal, también a Leo Messi y a Javier Mascherano, y solo en el caso de Xavi Hernández dejó una duda razonable sobre los planes de futuro que tiene para él, algo que se decidirá tras el Mundial de Brasil.

"Llego dispuesto a disfrutar muchísimo", dijo Luis Enrique, quien no siente vértigo ante el reto que se le presenta y aplaza las decisiones sobre altas y bajas a los próximos días, en las reuniones que mantendrá con el director deportivo, Andoni Zubizarreta, aunque aseguró que este año "va a haber cambios" y anunció, sin concretar ninguno, refuerzos en todas las posiciones. "El club lo sabe, nos reforzaremos en todas las líneas, será lo mejor para todos".

Respecto a Leo Messi, dijo estar "encantado" de tener al mejor jugador del mundo en la plantilla. "Es algo que me motiva mucho (recuperar la mejor versión del argentino). Él está encantado de estar aquí, el club le acaba de renovar y no puede haber un nexo de unión más grande", insistió Luis Enrique, que cree que Messi aporta "muchas más cosas que goles" y que da el papel protagonista también a Iniesta, a Neymar y a los jugadores importantes de la plantilla, así como "a todos los jóvenes de la cantera", a los que va exigir "muchísima hambre".

El entrenador del Barça también se refirió a Xavi Hernández: "Es un amigo y un excompañero, podría hablar maravillas de él. Ya llegará el momento de sentarnos a hablar y ver por dónde van los tiros. En los próximos días iremos decidiendo cosas", explicó el técnico, mucho más explícito al hablar de Mascherano. "Es un ejemplo claro de lo que puede ser un capitán". No quiso personalizar cuando se le preguntó por el futuro de Cesc o el papel de Neymar.

PEP Y LOS JÓVENES

Luis Enrique afronta el reto sin miedo. "No me comparéis con Pep", pidió el técnico, quien alabó el trabajo de Guardiola, lanzó un guiño a Louis van Gaal. "Yo siempre positivo. Voy a gestionar como siempre, como lo hice aquí, en la Roma o en el Celta", negando que vaya a haber mano dura. "Los futbolistas son personas, juegan muy bien, los admiro como socio y aficionado y les ayudaré. Mi trabajo es que ese objetivo sea global, no individual. No necesitan mano dura, sino comunicación, ir juntos, soy exigente".

El fútbol, en principio, no variará mucho. "Intentaremos hacer ese fútbol atractivo que ha enganchado a millones de personas en el mundo. Vamos a jugar de la misma manera, le daremos los matices precisos y espero encontrar una versión muy efectiva y atractiva. Me veo capaz, creo que puedo aportar cosas a los jugadores y al club", insistió.

Otro de sus trabajos será gestionar un vestuario como el del Barcelona. "Hay una serie de jugadores que tienen más peso específico que otros, pero todos tienen que sumar y hay que gestionar el grupo", comentó Luis Enrique, quien ha integrado en su grupo de trabajo a un psicólogo.

Además, el preparador asturiano aseguró que le encanta apoyarse en los jóvenes futbolistas, pero advierte que con estos tiene otro rasero. "Les exijo ilusión desmesurada por vestir los colores, les abro las puertas a todos, está en sus manos el futuro, pero tienen que trabajar más que el resto. Es un tema más mental, de ser ambicioso y de vivir por y para el fútbol", advirtió a los canteranos.

Por último, Luis Enrique explicó que estaba ante uno de los días más importantes de su carrera. "Cuando me despedí del Barça B como entrenador --estuvo tres años-- me dijeron hasta luego y hoy han cumplido su palabra. Hoy es un día en el que se cumple todo a lo que puede aspirar un entrenador", finalizó.