Nadie diría que el Barça parte con la ventaja del 0-1 de la ida para recibir a la Real Sociedad en el Camp Nou (21.15 horas) en busca de la cuarta plaza de la semifinal. Luis Enrique mantiene vigente el mensaje de alerta ante el segundo asalto con los donostiarras, pese a que todo pinta de color azulgrana. «Es un partido muy peligroso», repitió varias veces el entrenador, «lo saben los jugadores y lo sabe el público también».

El técnico azulgrana interpeló a la plantilla y a la hinchada para que no se relajen antes de hora. No tanto por el disgusto que supondría una eliminación, y lo decepcionante que resultaría no acceder a la semifinal, sino por el enorme respeto que siente hacia la Real de Eusebio Sacristán. Incluso miedo, así de prudente fue el discurso. A tenor de sus palabras, Luis Enrique lo ha pasado muy mal cada vez que ha visto a los donostiarras enfrente.

De hecho, el entrenador supone que la Real jugará esta noche igual que en su casa, tratando de crear dificultades al Barça en la salida del balón, con una presión muy adelantada. «Espero la mejor respuesta de la Real por lo que hace y su entidad como equipo, completo en todas las facetas, pero también porque necesita un resultado positivo para superar ronda y no tiene nada que perder». El asturiano no ofreció ninguna concreción para desvelar quién será el sustituto de Sergio Busquets.