La convocatoria era a las 11.30 y Luis García apareció a las 11.45 en las oficinas del club para firmar y ser presentado oficialmente, aunque todavía faltaban "algunas cosillas", según la escueta explicación del club. Pero el exguardameta del Numancia desapareció del lugar como por arte de magia. Nadie dijo nada, nadie salió a dar explicaciones mientras el reloj seguía corriendo, alejándose cada vez más de la hora prevista y entre 40 y 50 periodistas esperaban el comienzo de un acto que se hizo interminable.

García había vuelto a la clínica para someterse a una resonancia magnética, una prueba que estaba prevista para primera hora de la tarde, según una peregrina explicación ofrecida por Miguel Pardeza a las 12.15, 45 minutos después de la hora prevista para la presentación. "En la clínica le han hecho un hueco ahora por la mañana y así podrá marcharse esta tarde", razonó el director deportivo. Más tarde todavía, sobre las 12.40 horas, la explicación varió ligeramente. "En una de las placas que me han hecho parecía que había algo, pero no hay nada", dijo el propio jugador, mientras Pardeza se apresuraba en aclarar que todo estaba perfecto. Con más de una hora de retraso, pero con muy buen humor, aparecieron Miguel Pardeza y Luis García para llevar a cabo una presentación que no llegó a durar ni cinco minutos. Tras la retahíla habitual de tópicos llegó el turno de que hablara el nuevo fichaje. "¿Se os ocurre alguna pregunta?", dijo Pardeza.