Hay algunas veces en las que, como en los designios divinos, los caminos del fútbol son inescrutables, ocasiones en las que una aparente conjunción de astros es la única explicación del éxito. Pero hay otras veces en las que no es así, en las que el indescifrable éxito en el fútbol se revela tan claro y evidente como una suma matemática. Es el caso de Luis Suárez y el Atlético de Madrid, un matrimonio canónico que tenía todos los elementos para salir bien y que, después de la bendición en forma de donación del Barça, está saliendo bien.

Con la camiseta del Atlético, Luis Suárez marca un gol en La Liga cada 94 minutos, lleva 9 en 12 partidos. Con esos números, y la fiabilidad defensiva intrínseca a los equipos de Simeone, el Atlético acumula un ritmo endiablado de puntuación en la Liga de la pandemia, líder con dos puntos más y dos partidos menos sobre el segundo, un Real Madrid que a duras penas aguanta el ritmo.

La comparación con el Barça es todavía peor, a diez puntos de los rojiblancos con un partido más y, lo que es peor, con los goles indiscriminados del delantero que dejó salir la última directiva blaugrana rumbo a lo que ya en verano era un rival directo por todos los títulos.

Efectividad

El buen estado de forma del Atlético se explica desde las aportaciones de Luis Suárez en el ataque, todavía más importante desde que Diego Costa pidiera salir en este mercado invernal. Y es que el uruguayo ha encontrado en los planteamientos de Simeone el contexto ideal para brillar, con 33 años, en su último proyecto a gran nivel.

La legión de peleones atléticos que comanda el Cholo es el complemento ideal para la brega y la pelea del atacante uruguayo, que acumula una efectividad envidiable en lo que llevamos de liga: ha necesitado 13 remates a puerta para conseguir los nueve goles que le sitúan en la terna de máximos goleadores de la competición (también con nueve goles lideran la tabla Aspas y Gerard Moreno).

El Atlético, que venía siendo la mejor defensa del campeonato, ha encontrado en Luis Suárez los goles que necesitaba para hacer buenos sus planteamientos, para que el resto de sus virtudes sean potenciadas, para que el resultado más habitual sea la victoria.

Los números del delantero uruguayo igualan, de momento, los guarismos de los últimos delanteros que llevaron a los títulos al Atlético de Simeone, desde Falcao al buen Diego Costa, pasando por Forlán.