El capitán de Croacia es el símbolo de la sensacional actuación de la selección balcánica. Se le escapó el privilegio que sí disfrutó su compañero del Madrid Raphael Varane: ser campeón de Europa y del mundo el mismo verano, en menos de dos meses. La derrota en la final redujo las opciones del veterano Modric (32 años) a la merecida candidatura que ha presentado para el Balón de Oro de en una fantástica temporada. No se llevó la copa dorada para Croacia, pero sí la del mejor futbolista del torneo.