Hasta el momento, la única salida de la plantilla del Casademont Zaragoza ha sido la de Sagaba Konate porque el contrato del interior contenía una opción de corte unilateral para el club que expiraba el pasado lunes 30 de noviembre. Quien también tiene una fecha de caducidad es Luka Rupnik, incorporado el pasado mes de octubre ante la acumulación de lesiones en el perímetro. El base quedó unido al club aragonés hasta enero, cuando la entidad podrá prescindir de él sin coste alguno.

Precisamente el puesto de base es el que más quebraderos de cabeza está dando al club y el cuerpo técnico, después de que la plantilla quedase cerrada sin un sustituto específico de Carlos Alocén. Las posteriores lesiones de dos de los jugadores que podían hacer esas funciones, Vit Krejci y Rasheed Sulaimon, obligaron a la entidad a reforzarse y el elegido fue Rupnik, que estaba en el Nymburk.

No obstante, la entidad ha seguido buscando jugadores para reforzar esa posición, ya que necesita un base tirador, de un perfil diferente a los que tiene. Además deberá ir encajando las diferentes piezas del puzzle para cuadrar las fichas tanto de extracomunitarios como de jugadores formados localmente. La llegada de jugadores supondrá la salida de otros y los nombres que hay sobre la mesa bien por rendimiento bien por posibilidades contractuales y de fichas, son los de Luka Rupnik, por poder prescindir de él sin coste en enero, y los de Seeley y Thompson.

Ambos son extracomunitarios y las prestaciones del pívot han estado siempre por debajo de las expectativas mientras que las del escolta han bajado sensiblemente esta temporada. Con todos los jugadores recuperados será el técnico el que tenga que analizar qué piezas le interesa cambiar para armar un equipo más competitivo que empiece a ganar.