Franck Ribéry, el delantero del Bayern, se despidió ayer del Mundial de Brasil, aquejado de una lumbalgia que le ha impedido entrenarse al mismo ritmo que sus compañeros. "Ha tenido que parar por culpa de unos fuertes dolores", afirmó ayer Didier Deschamps, el seleccionador francés. "Con todo el dolor de mi alma, me veo obligado a renunciar a la Copa del Mundo", dijo Ribéry. También dejará la concentración Clement Grenier. Deschamps ha llamado a Cabella y Schneiderlin.