Pau Gasol fue el protagonista ayer en La Pirámide por una doble cuestión. Primero, porque antes del encuentro ante los Clippers el recinto, a propuesta del jugador de Sant Boi, guardó un minuto de silencio por las víctimas de los atentados terroristas de Madrid. Después de la muestra de luto, el ala-pívot catalán masacró a la defensa angelina con un partido excelente. Gasol lideró a los Grizzlies en su séptima victoria seguida (98-89) y anotó 24 puntos y recogió 18 rebotes --récord en su etapa NBA--.

Antes del encuentro, todos los jugadores de Memphis, con Gasol a la cabeza, y de los Clippers formaron en riguroso silencio en la pista de la Pirámide. Como muestra de dolor, Pau jugó con un lazo negro y el resto de sus compañeros de equipo se pusieron cintas negras en la cabeza y en los brazos para mostrar su solidaridad con el jugador español y las víctimas de la tragedia.

POR ENCIMA DE LAS EMOCIONES Gasol superó todas las emociones y respondió una vez más como la estrella indiscutible al conseguir 24 puntos, 18 rebotes, su mejor marca como profesional, seis asistencias y dos tapones.