Beckham, con dos pases medidos a Solari y Ronaldo, y Guti, con otra asistencia de lujo a Zidane, provocaron el despertar de un Real Madrid que se reencontró con el triunfo, mantuvo el liderato y vengó el 4-1 que le endosó el Sevilla en la primera vuelta con un 5-1. Aunque fue duda hasta ultimísima hora y tras varios partidos a un nivel bajo, el inglés se sintió como pez en el agua bajo la lluvia. Con el pelo suelto de salida --luego se lo recogió--, navegó perfectamente por el resbaladizo y empapado césped y dos pases medidos hacia sus compañeros le sirvieron al conjunto de Queiroz para sentenciar en la primera parte. Además, los goles llegaron en momentos de los catalogados como psicológicos. El primero, el de Solari, al inicio, lo que tranquilizó las urgencias de un equipo que llevaba tres partidos ligeros sin ganar, y el segundo al borde del descanso obra, ¡de cabeza!, de Ronaldo.

El cuadro de Joaquín Caparrós tan solo incomodó al Real Madrid por errores blancos, sobre todo de un desconcertante Raúl Bravo, pero, aunque parezca extraño por poco habitual, Casillas apenas tuvo que intervenir antes del descanso. El 2-0, en la tercera aparición de Ronaldo, premió a un equipo de Queiroz más centrado que en otras ocasiones y el castigo a un Sevilla que pareció falto de verdadera ambición de sacar algo del Bernabéu, aunque Caparrós reaccionó en el intermedio y buscó soluciones con la rapidez de un jugador al que se le da bien el campo madridista como Carlitos.

El conjunto madrileño optó por pasar al fútbol-control, a manejar el balón, a contemporizar y a buscar cuando la ocasión lo requería la espalda de la adelantada zaga de un Sevilla que agradeció otro de los tradicionales regalos de la defensa blanca en las acciones a balón parado para volver al partido.

PENALTI La ilusión brotó en Sevilla. Solari cometió penalti para evitar el remate de Marañón. La pena máxima, clara, fue transformada por Baptista. El 2-1, con media hora por delante, parecía reabrir el encuentro y provocó el despertar de un Real Madrid que había entrado en letargo. El cuadro andaluz fue un juguete a merced de un Real Madrid que liquidó el partido con tres tantos más (Zidane, Míchel y el segundo de Ronaldo) y se recupera en la Liga.