El club blanco deberá pagar al Inter ocho millones de euros (1.331 millones de pesetas). Esa cantidad, que en un principio era de 10 millones de euros, corresponde a una parte del fichaje de Ronaldo, que se cifró en 35 millones de euros, a los que había que sumar esos 10 millones, que debían abonarse en tres plazos antes del 31 de agosto del 2005, o el traspaso de Solari o McManaman al equipo transalpino. El Inter eligió la opción de Solari, pero según la entidad madridista la oferta que le realizó el club italiano al centrocampista era inferior a lo que percibía en el Madrid. No lo entendió así el Inter, que mantuvo que entre ficha e incentivos, el jugador percibiría más que en su actual club.

Ante la falta de respuesta, el Inter decidió denunciar a la entidad de Concha Espina ante la FIFA por incumplir el contrato. En noviembre del 2003, la Comisión del Estatuto del Jugador dictaminó que el Madrid debía pagar esos 10 millones de euros (1.663 millones de pesetas). Posteriormente, el club blanco recurrió al Comité Ejecutivo, que dio la razón a los italianos y obligó al Madrid a hacer frente al primer plazo antes de los primeros 30 días después de conocido el fallo. A ese cantidad se debía sumar el 5% de los intereses por la demora. La solución final, sin embargo, ha llegado por un acuerdo entre ambos clubs, alcanzado en el Tribunal de Arbitraje Deportivo. La cifra, finalmente, se ha reducido en dos millones de euros. De esa forma, el Madrid hará frente a los ocho millones de euros en dos plazos. En el primero de ellos, que acaba el próximo 30 de junio, deberá abonar siete millones de euros, mientras que en el segundo, que expira el 30 de junio del 2005 pagará el último millón.