En medio de la irregularidad que está marcando la temporada del Madrid, el día que más bajas tenía y el partido que planteó Zidane con un sistema novedoso de tres centrales, fue el día que el equipo blanco se mostró más serio, el día que Courtois apenas tuvo que intervenir. Cómo removidos en su fuero interno ante la dificultad, fue incluso el día en el que los blancos consiguieron convertir su tosca insistencia en dos goles, que sentenciaron el partido más allá de la hora de partido.

Ayudó el Getafe a que el partido del Madrid fuera uno de los más tranquilos que se recuerdan en Valdebebas. Bordalás hizo un planteamiento conservador (sin Kubo, ni Aleña) que le sirvió para llegar a segundo tiempo con empate a cero, pero cuando quiso cambiarle la cara a su equipo y empezar a mirar a la portería de Courtois llegaron los goles del Madrid y el final de sus esperanzas.

Poco ataque

Entre la superpoblación poco eficaz en las bandas que planteó Zidane, todo el Madrid parecía desorientado, falto de espacios para desarrollarse, todos salvo el anárquico Marcelo sin preocupación por cubrir su espalda. Aun así, la falta de protagonismo de Modric propició un juego obtuso y embarrado de los blancos, interrumpido con acierto por un Getafe muy concienciado en el trabajo de contención. Solo la aparición del croata en el tramo final antes del descanso propició un mayor caudal ofensivo, concretado en un disparo del propio Modric, la mejor tentativa de gol antes del descanso.

El equipo de Zidane consiguió una buena dosis de control de juego y no sufrió en defensa, pero apenas sumó dos remates a balón parado, uno de Benzema al palo, hasta más allá de la media hora.

A la vez que se desató, al descanso, un temporal de lluvia intensa que se sumó al viento, empezaron a generar más juego Asensio y Benzema. Fue después de un triple cambio de Bordalás, tras el que el Getafe empezó a atacar todo lo que no lo había hecho antes, cuando una jugada trenzada por el balear terminó en el gol de cabeza de Benzema, tras un buen centro de un Vinicius reconvertido en carrilero derecho tras la entrada de otro canterano, Arribas. Solo Isco y Mariano, entre los disponibles del primer equipo, se quedaron en el banquillo hasta los últimos 20 minutos.

Gol de Mendy

El obligado intento de reconversión getafense en un equipo ofensivo, se quedó en agua de borrajas después del segundo gol del Madrid. Todo era tan atípico en el partido, desde las alineaciones, que la sentencia blanca llegó con una jugada que empezó y terminó el improvisado central Mendy, que remató en el área pequeña un centro de Marcelo con una aparición que nadie esperaba.