La Liga comienza a ponerse cuesta arriba para el Madrid, que ya está a nueve puntos del Barcelona. El conjunto blanco volvió a ofrecer su peor cara. Con la mente puesta en el choque del miércoles ante el Roma, en el que se juega la Champions, el equipo de García Remón coqueteó con la derrota y terminó salvando un punto (0-0). Sin Figo y Guti, que buscaron la quinta amarilla ante el Levante, con Zidane en Madrid y con Raúl y Roberto Carlos en el banquillo, los blancos no midieron lo que había en juego y se alejan de la cabeza de la tabla de manera peligrosa.

Por Villarreal apareció el Madrid de la especulación y la dejadez. El de ayer parecía uno de esos partidos de Copa que nadie quiere jugar. Con un ritmo cansino y una actitud muy cuestionable, en la mochila de los blancos sólo había una idea ofensiva, que pasaba por lo que pudiera cazar la pareja Ronaldo-Owen, que tardó 20 minutos en dejarse ver. Antes, la presión del Villarreal metió en su área al conjunto blanco. Bajo la batuta de Riquelme y la profundidad de Javi Venta y Sorín, comenzó a tocar el balón con comodidad.

Tras un cuarto de hora de sufrimiento, el Madrid se sacudió su pereza. Dispuso de una gran ocasión en una jugada de Owen que terminó en Ronaldo y que quedó en nada porque el brasileño se entretuvo demasiado. A partir de ahí, el Madrid tuvo más el balón y sufrió menos, entre otras cosas porque el Villarreal ya no le exigía tanto.

ERRORES DE SAMUEL Entonces volvió a emerger Pavón, muy por encima de Samuel, que volvió a hacer de las suyas. Empujó dentro del área a Figueroa. Luego se ganó la amarilla por una entrada casi en el centro del campo. El Madrid intentó juntarse e incluso a presionar arriba. Beckham mandó un balón al larguero en una falta (m. 29). Aún con esa ligera mejoría, el Madrid era consciente de que no le bastaba con el empate. A punto estuvo de romperlo el canario Guayre tras una combinación entre Riquelme y Figueroa, que culminó el rápido jugador isleño con un lanzamiento que se fue fuera por muy poco (m. 34).

Sin la decisión necesaria para ir a por el partido, el Madrid volvió a sufrir. Casillas detuvo con los pies un disparo de Cazorla (m. 68) en una gran ocasión del Villarreal, que no pareció acusar en exceso el partido de la UEFA que disputó el jueves. Tanto fue así que dispuso de las mejores ocasiones. En una de ellas, el árbitro anuló un tanto de cabeza de Figueroa por un dudoso fuera de juego. En la siguiente jugada, ni Forlán ni Figueroa acertaron a rematar un servicio de Riquelme.

CONTRA LAS CUERDAS Por entonces, el Madrid estaba contra las cuerdas. Con la esperanza de lograr un puntito, comenzó a imperar el miedo. Ronaldo y Beckham se marcharon a la ducha mediada la segunda parte y su equipo terminó jugando con cinco defensas tras la entrada de Mejía por Solari. Si eso resultó sonrojante, aún lo fue más cómo esperaban el final del partido sin pasar de medio campo. Todo un ejercicio de despropósitos en un equipo que comienza a ver la Liga muy lejos.