Pésimo partido entre un Barbastro que no encontró el sitio en todo el encuentro y un Sariñena que se dedicó más a destruir que a crear. Hubo una ocasión para cada equipo en la primera mitad. En la segunda, lo mejor del Sariñena fue una falta lanzada por Chema. Por el Barbastro, a Rafita se le anuló incomprensiblemente un gol y, a falta de dos minutos, Albert fue objeto de un claro penalti que el árbitro no pitó.