Llegar al último partido de una eliminatoria y jugártelo todo en cancha contraria no suele ser una buena combinación en la LEB. La historia reciente de la competición concede muy malos augurios al CAI Zaragoza. En la misma encrucijada que se encontrará mañana el conjunto aragonés en Plasencia, siendo visitante en un duelo a todo o nada, se han hallado 15 equipos en los últimos cinco playoffs de ascenso a la élite. De todos ellos sólo tres han salido vivos. Un mal porcentaje al que se agarrará el CAI para fortalecer su sueño ACB.

La historia da la espalda a Zaragoza y sonríe al Plasencia. Hasta la temporada pasada, ningún equipo había superado un 2-2 en un ambiente hostil en cuartos. Sí pasó en octavos (hasta la 1999-2000 se arrancaba desde esta eliminatoria). Fue en 1998 cuando el Ourense remató al Alicante con un 66-85. Luego tuvieron que pasar cuatro años y doce cruces idénticos para contemplar otra realidad igual. Y curiosamente fue hace doce meses cuando la Complutense y el León dieron la sorpresa al lograr el pase a semifinales en Menorca y Bilbao, respectivamente.

SEGUIR A LA ´COMPLU´ Si el CAI tiene que fijarse en alguien para lograr mañana su billete a semifinales esa es la Complutense. El cuadro universitario, entrenado por Miguel Angel Martín y que contaba con André Turner y el NBA Lampe (ahora en los Phoenix Suns), terminó sexto la Liga Regular --como el CAI-- y se midió al tercero, el Menorca de Javi Mesa. La historia de la serie fue calcada a la de este Plasencia-CAI. La Complu ganó el segundo en la isla pero falló un matchball en el cuarto como local. Como ahora persigue el cuadro aragonés, los madrileños consiguieron su pase en pista enemiga (93-95). Otra coincidencia. En ese quinto partido el árbitro fue Estévez Camiña, el mismo que estará mañana en Plasencia.

El pasado reciente también recoge malas vibraciones. El Lobos no logró superar el año pasado los cuartos en Murcia (91-70) y el Etosa terminó ascendiendo. El 20% de opciones de confianza que alientan al CAI son pocas, pero en la ley de una pista de baloncesto estos números poco valen.