El Málaga aprovechó una mala decisión del central Sergio, que fue expulsado en el minuto 14, para encarar el partido con ventaja y sacar alto rendimiento de un juego de contención eficiente que abortó todos los intentos locales por cambiar su suerte. El Celta con un hombre menos y un gol de penalti en contra no pudo confirmar su reacción.