El paso de las horas no ha mitigado el malestar existente en el seno del Real Zaragoza por lo acontecido el pasado viernes en Montilivi, donde el arbitraje de López Toca (con el que el conjunto aragonés nunca había perdido) y su conexión con la sala VOR en la que estaba Sagués Oscoz estuvo presidido por la polémica. Sobre todo, cuando, nada más comenzar el choque, el colegiado cántabro señaló penalti por mano de Jair cuando el central zaragocista, como recogen las imágenes, lleva el brazo pegado al cuerpo y hace todo lo posible por encogerse para que no haya contacto con el esférico. Sin embargo, López Toca señaló los once metros y Sagués, desde la sala VOR, no le enmendó la plana. Es ahí donde se instala el malestar del Real Zaragoza, que no entiende por qué Sagués no reclama que el árbitro vea la jugada para posteriormente decidir.

En la entidad se censura ese uso del VAR, una herramienta que, considera, es de gran utilidad en situaciones comprometidas como esta y que exigen la máxima colaboración entre ambos árbitros: el que se encuentra en el terreno de juego y el que trabaja en la sala VOR.

El sentir en el club se envuelve en incomprensión y extrañeza, algo que ya dejó entrever JIM al término del partido, cuando, en sala de prensa, expuso que «al menos, podría haber consultado la acción del penalti con el VAR. Si es una pena máxima muy clara, entonces bien; pero si no, creo que no cuesta nada consultar la acción con el VAR para tener más información», indicó el entrenador zaragocista.

En cualquier caso, el Real Zaragoza no tiene previsto elevar una queja formal por el arbitraje y por la repercusión determinante que, considera, tuvo ese penalti señalado en el devenir y el resultado del partido.

La jugada pareció dejar algo tocado a López Toca, que acumuló decisiones erróneas y poco comprensibles en los primeros 20 minutos, si bien el malestar del Zaragoza se centra, sobre todo, en la jugada de un penalti que viene a incidir en la extrema dificultad para discernir qué tipo de contacto con la mano es sancionable como pena máxima.

En este sentido, EL PERIÓDICO ha tenido acceso a la circular emitida recientemente por la International Football Association Board (IFAB), asociación internacional conformada por las cuatro asociaciones de fútbol del Reino Unido y la FIFA encargada de definir las reglas del fútbol a nivel mundial y sus futuras modificaciones, de la que se extraerán cambios respecto a la actual normativa a la hora de castigar con penalti unas manos en el área. El texto, de hecho, incluye este tipo de jugadas entre los principales cambios a realizar la próxima campaña y admite que «dado que la interpretación de la infracción por mano no siempre se ha llevado a cabo de manera uniforme a causa de la aplicación incorrecta de la norma, los miembros han confirmado que no todos los contactos del balón con la mano o el brazo constituyen infracción».

Así, estos lances se simplificarán mucho y pasará a considerarse punible «si el jugador toca de manera voluntaria el balón con la mano o el brazo, por ejemplo, desplazando estas partes del cuerpo en dirección al balón» o si, como hasta ahora, estas «se posicionan de manera antinatural» para conseguir que el cuerpo «ocupe más espacio de manera antinatural cuando la posición de la mano o brazo no sea consecuencia del movimiento de su cuerpo en esa acción o no se pueda justificar». Asimismo, será infracción si se marca gol con la mano o brazo «incluso de forma accidental», aunque el organismo expone que se validará un gol marcado «acto seguido» de que el balón haya golpeado en la mano o brazo de otro compañero «de forma accidental».