En la 15 edición del Memorial Emma Cajal hubo cross del bueno. La tercera prueba de la sexta edición de la Copa CAI se desarrolló en un magnífico circuito en el Cerro de San Jorge de Huesca y la mañana de niebla se sumó al buen espectáculo que dieron los corredores.

Hubo caras nuevas en el podio de los ganadores de esta prueba organizada por el C.A. Huesca. No acudieron a la cita los clásicos Lamalen, Félix y Pueyo y ganaron el marroquí Redouan Benharafa, del Cajalón Calatayud y Ana María Aranda, del Laister Olimpo.

GRAN IGUALDAD Ante la ausencia de los reyes de la Copa CAI, las pruebas contaron con igualdad y emoción a raudales. En Huesca se celebraba el segundo cross largo del circuito. En la prueba masculina sobre 10.000 metros, desde el comienzo se formó un vagón de favoritos compuesto por Redouan Benharafa, Mustaphá El Chaikoui, Carlos Torralba, Juan Ramón Muñoz, José Antonio Laporta y Juan Carlos Apilluelo.

El ritmo era constante, aunque no selectivo, lo que beneficiaba a Laporta. Hasta que decidió dar un latigazo Benharafa mediada la carrera. En ese mismo instante se cayó Muñoz y arrastró a El Chaikoui. Benharafa aumentó las distancias y Muñoz no lo pudo cazar, ganando con relativa comodidad el africano. Por detrás llegó como una exhalación Laporta. Al zoitista le faltaron metros para capturar al ganador.

No corren buenos tiempos para la Copa CAI en mujeres. La saturación del calendario ha provocado que las mejores atletas aragonesas no se hayan involucrado todavía en el circuito. El Memorial Emma Cajal no fue una excepción. A la lista de favoritas que faltaron se unió en esta ocasión Chus Zorraquín.

Pero la carrera fue bonita y estuvo llena de iniciativas. La júnior Mónica Martínez (se impuso en esta categoría), que daba una vuelta menos, salió eléctrica y la acompañó la olímpica Maite Gargallo. Juntas fueron una vuelta hasta que Gargallo sintió un chasquido en su isquiotibial y se tuvo que parar.

Por detrás se jugaban la victoria Bernad, Peña, Díaz, Ochoa y Aranda. Esta última dio la sorpresa del día. Supo repartir el esfuerzo mejor que sus rivales y corrió recogiendo cadáveres . La atleta del Olimpo llevaba dos años sin disputar un cross (el Emma Cajal del 2002, donde se retiró). Pese a estar lejos de su mejor forma, Aranda se bastó con su clase para cazar a falta de 300 metros a Ochoa y a la promesa Laura Díaz.

La prueba júnior masculina fue espectacular. Salió tirando como un keniano el jacetano Alberto Puyuelo. Erik García lo controló de lejos y en la última vuelta le sobrepasó con aparente facilidad.