El Atlético de Madrid concretó su billete para los octavos de final de la Liga de Campeones con autoridad, primero con un comienzo de partido espectacular, después con tres goles del croata Mario Mandzukic y siempre, de principio a fin, infinitamente superior e imparable para el Olympiacos griego (4-0). Desde el primer segundo hasta el último sólo hubo un equipo, el rojiblanco, con una versión imponente, arrolladora por momentos e incontestable para avanzar a la siguiente ronda europea.