Hubo un momento de la pretemporada de relativa preocupación por la falta de gol del Real Zaragoza. Fue un tostón aquella primera tarde de Tudela, con 0-0 y media ocasión para el transferido Alfaro en 90 minutos de triste sopor. Después se pasó por Teruel, donde ya marcó Soro y se estrenó Jeison Medina, el colombiano al que la pretemporada le ha dado muchas oportunidades pero no le ha dejado en el mejor lugar. Hoy parece, sin duda, el menos titular de todos los aspirantes a jugar cerca de Marc Gual, a quien se volvió a echar en falta tres días después en Tarragona, se donde el equipo de Idiakez también se marchó sin marcar. Un zigzag de Pombo y un gran centro de Clemente en el que Alfaro encogió el cuello resumieron la tarde del Nou Estadi antes de que se hallara el camino frente a los rivales de Primera.

No habían llegado los delanteros antes de todo esto, y hoy solo lo ha hecho Marc Gual, que lleva 60 minutos de carrera como zaragocista y no acertó a la primera. Lo hizo Pombo, al que Idiakez le pidió desde el primer día que estuviese cerca del gol. Por tenerlo arriba, incluso lo convirtió en una isla en Villarreal, donde apenas pudo participar antes de que aquel descanso trajese cambios de hombres y alternativas en el juego.

Ante la Real Sociedad, entre Carlos Nieto y Baselga zurcieron la jugada que supondría el tanto de penalti de Javi Ros, el otro tanto foráneo de la pretemporada, nacido, eso sí, de otra combinación de la casa. El delantero también estuvo en la elaboración del segundo, la primera joya del verano de Soro, que repitió tres días después en Calatayud en la única tarde de la pretemporada en la que el Zaragoza fue aplastado. No obstante, aún le dio tiempo a Quique Clemente para estrenarse como goleador al cazar un rechace a la vuelta del despeje de un córner.

Para Villarreal quedó otra delicatessen de la Ciudad Deportiva. Pep Biel no es aragonés, pero sí de la casa. El mejor futbolista del filial la pasada campaña definió con clase y calma natural frente a Asenjo poco antes de que Soro dejara otro maravilloso serpenteo con disparo zurdo que el portero amarillo estropeó hacia el córner.

Faltaba la guinda en el Memorial Carlos Lapetra, el gol de chilena de Jorge Pombo para ponerle sentido futbolístico a una incursión de Alberto Bonito por la derecha, para rematar la pretemporada más aragonesa que se recuerda con esos cinco goles últimos, la manita de la casa.