Cuando lean este periódico puede ser que el Huesca ya sea equipo de Segunda División. O quizá no. Todo depende de que una piedrecita más descompense la balanza. Si esta mañana (12.00) el Girona vence en el estadio Alfonso Pérez de Getafe ya dará igual lo que pase por la noche (20.45, BeINLaLiga) en El Alcoraz. Después de un día donde se concretaron las dolorosas victorias del Levante (4-1 al Rayo Vallecano) y del Celta (2-0 ante un Barcelona de suplentes con el título ya conquistado), si los catalanes obran la sorpresa en el campo del cuarto, firmarán la sentencia y el descenso matemático del cuadro de Francisco Rodríguez. Se acabará la esperanza.

Ya se sabía que la suerte del Huesca no era de su propiedad, que pendía de un milagro donde los marcadores ajenos pesaban más que los propios, pero nadie esperaba que el estoque fuera tan súbito. Ya sólo le queda, o no, la alternativa de pillar al Girona, además de pasar al Valladolid y al Rayo, que no logre más de dos puntos en estos tres partidos y que los altoaragoneses superen al Valencia hoy, ganen en Sevilla al Betis y se despidan con otros tres puntos contra el Leganés. Una doble pirueta con tirabuzón y triple mortal de espaldas.

EQUIPO VALIENTE

Pase lo que pase en Getafe, Francisco quiere que su equipo salga tocando la corneta con valentía. Al ataque. El mensaje de dominio desde el minuto uno, como en el partido ante el Eibar, fue lanzado ayer en rueda de prensa. No queda otra que morir con las botas puestas y se va a exigir la máxima intensidad, pese a las circunstancias, pese a gane o no el Girona. No ha habido otra línea para el funambulista Huesca, en la cuerda floja toda la temporada, pero sin ningún tipo de vértigo.

Las ausencias en la defensa del conjunto oscense marcan la composición que podrá pintar el técnico almeriense en su inicio. Nada nuevo. Las bajas se ceban otra vez con uno de los costados. Si durante bastantes jornadas no hubo un lateral zurdo natural esta vez toca ver el otro lado huérfano de efectivos. La lesión de Carlos Akapo y Jorge Miramón y la sanción de los dos comodines que han ocupado este puesto como parque, Jorge Pulido y Yángel Herrera, obligarán al extremo David Ferreiro a proyectarse desde atrás en el lateral diestro de la zaga.

No es la última variante que se prevé. Damián Musto tiene bastantes números de volver al once en el medio del campo, con opciones también para Christián Rivera, después de que ambos se perdiesen por dolencias el empate en la Cerámica. El resto de los nombres propios serán los fijos que han provocado la línea de regularidad y equilibrio del último mes de competición, con el enrachado Chimy Ávila y Enric Gallego en la punta de ataque.

El Valencia llegó ayer a Huesca tras una semana de tristeza. El mal resultado (3-1) obtenido ante el Arsenal en la ida de las semifinales de la Europa League condiciona a un grupo que sigue en la pugna por la cuarta plaza, más tras la derrota del Sevilla con el Leganés. Curiosamente, como el Huesca, el cuadro de Marcelino estará muy atento por la mañana de lo que ocurra en Getafe, su rival directo por la última plaza de Champions.

Marcelino recupera al francés Francis Coquelin como enganche junto al capitán Dani Parejo y a la línea de cuatro defensas, mientras que mantiene las ausencias de los lesionados Goffrey Kondogbia y de Cheryshev. Tras dos derrotas consecutivas en LaLiga, los levantinos quieren remontar el vuelo en un Alcoraz que volverá a registrar una grandísima entrada ante el último club que nunca ha jugado en este feudo un partido oficial.

MARCELINO Y LOS DETALLES

El técnico valencianista admitió la obligación absoluta de la victoria para su equipo y consideró que llegan en buen momento. «El equipo está bien, estamos con el objetivo de conseguir metas muy importantes. Los pequeños detalles no nos están favoreciendo como sí que pasaba hace un mes y eso hace que se incline la balanza hacia el otro lado», dijo Marcelino sobre el ánimo del equipo tras tres derrotas seguidas. «De todas formas, el equipo está animado y sabe que cada vez queda menos, con cuatro partidos oficiales y una final, además de la posibilidad de otra final», agregó.