Anda el Barcelona desbocado en este arranque de temporada, a una velocidad de crucero superior a la que tuvo en la segunda vuelta del curso pasado. Y eso es decir mucho, porque en ese tramo de la competición realizó una remontada espectacular que le llevó al segundo puesto de la Liga. Por eso, por el excepcional momento de forma azulgrana, lograr la victoria en el Camp Nou se ha convertido en una empresa harto difícil, aunque hay un dato que invita al optimismo: el Zaragoza ha sido el último equipo que lo ha logrado. Lo hizo en la ida de los cuartos de final de la pasada Copa del Rey, con un gol de penalti de Villa en el estreno de Víctor Muñoz en el banquillo aragonés. Desde entonces, 22 de enero pasado, los pupilos de Rijkaard no conocen la derrota en su coliseo en competición oficial.

Aquel triunfo supuso el final a 40 años de sequía en Liga y en Copa, ya que la victoria anterior había que buscarla en la época de Los Magníficos , un 14 de noviembre de 1965 y con un solitario gol de Canario. Todavía permanece esa fecha si se atiende sólo a las estadísticas ligueras y, dado que ya se rompió el maleficio en enero pasado en el torneo del KO, el conjunto zaragocista intentará terminar de forma definitiva con la leyenda negra que se labró en el Camp Nou durante cuatro décadas.

Buena racha

Desde aquella derrota a manos del Zaragoza, el conjunto azulgrana sumó siete victorias en su casa en Liga --a la que hay que añadir la lograda ante el Sevilla en la presente temporada por 2-0-- y un empate, mientras que en Copa de la UEFA logró un triunfo y una igualada. En competición liguera, el último equipo que salió victorioso del Camp Nou fue el Real Madrid el 6 de diciembre pasado por 1-2.

El Zaragoza está en disposición, pues, de repetir hazaña sólo ocho meses después. Hay que tener en cuenta que aquel día el equipo se presentó en el Camp Nou tras la destitución de Flores, en un pésimo estado anímico --sólo diez días antes había caído avasallado en Liga en ese mismo escenario--, pero salió triunfante gracias al coraje y al orden, bazas que también serán fundamentales para ganar mañana.

Eso sí, el Barcelona no es el mismo de aquel estreno de Víctor como técnico del Zaragoza. Entonces, era un equipo de perfil bajo, lleno de dudas y con absoluta dependencia de Ronaldinho. Ahora, sin embargo, es el bloque que mejor fútbol está practicando, con siete fichajes --Deco, Giuly, Eto´o, Edmilson, Larsson, Belletti, Sylvinho, además de la propiedad de Van Bronckhorst-- que han dado a Frank Rijkaard todo un mundo de alternativas, sobre todo en ataque, donde el conjunto azulgrana está funcionando a las mil maravillas pese a que Ronaldinho no ha alcanzado el nivel del año pasado y Eto´o aún no ha afilado sus garras.