Con un mensaje tatuado en el cuello, María Pilar León (Zaragoza, 1995) se encarga de recordar que «las apariencias engañan». Sabe que su melena -rubio platino- o su brazo derecho lleno de tatuajes pueden dar pie a equívocos. «Cada uno pensará una cosa de mí, pero no me importa», subrayó la defensa aragonesa.

Tras su apariencia rebelde, comentó que se esconde una chica «bastante normal y bastante bromista», aunque en el campo su rostro luce a menudo «muy serio». «Soy muy competitiva. Voy a cara de perro porque soy muy picada. No me gusta perder a nada. Me imagino que la gente cuando me ve en el campo pensará que soy una borde, que vaya cara saco. Se preguntarán: ¿Pero a dónde va esa chula?», expuso.

«Luego, fuera, la verdad es que soy todo lo contrario. Bueno, todo lo contrario no. Dentro del campo puedo estar seria, enfadada; pero luego soy alegre. Hay un cambio grande», reconoció. Mientras que fuera del campo doma su carácter su vena más creativa -le gusta mucho dibujar--, sobre el césped se deja gobernar «por la adrenalina».

«Cuando estoy a mil pulsaciones, a veces pierdo las formas. Es que me corre la sangre. Sé que puedo tener una imagen de dura, pero no. Cuando se me conoce en persona se me ve que soy buena gente. Eso sí, también tengo mis ratos, en los que no me puedes hablar», puntualizó.

La aparente dureza de la central aragonesa, titular en el Barça y en la selección española de fútbol, se desintegra en la derrota. Su llanto, de hecho, era inconsolable tras verse con un adverso 4-1 en la final de la Liga de Campeones. «Me fui con esa sensación de decir: ‘Qué pringada he sido’. Tendría que haber sido más lista, tendría que haber sido más perra, más guarra en la manera de jugar», aseguró. «Me fui fastidiada porque sentí que se lo había puesto fácil a las delanteras del Olympique de Lyon. En media hora nos tragamos el partido. Ellas arrean, tú no lo aguantas».

Aquel disgusto le duró días, pero Mapi León no rehúye un nuevo envite ante las mejores atacantes del mundo. La central afrontará este lunes en Reims la difícil tarea de contener al ciclón estadounidense. Alex Morgan, Carli Lloyd, Tobin Heath, Megan Rapinoe o Christen Press son nombres que espantarían a cualquier defensa. No a Mapi León: «Son los partidos que más disfruto. A mí me gusta ser defensa. Cuando tienes que luchar contra las mejores, contra gente tan top, tienes que dar el máximo. Es cuando ves de lo que eres capaz y de lo que no. Son los duelos que más me gustan», concluyó.