Después de darse de alta, caminar semidesnudo por un campo de golf en las frías mañanas de Buenos Aires, comer bocadillos y beber gaseosas a granel, sucedió lo esperado: Maradona tuvo que ser internado ayer de urgencia en la Clínica Suizo Argentina por "una transgresión alimentaria". Su médico personal, Alfredo Cahe, explicó que había padecido "fatiga" y un cuadro de "insuficiencia" respiratoria. Sin embargo, trató de restar dramatismo a su estado y habló a la vez de una "revisión de rutina", previa a su viaje a Cuba. Maradona fue sacado de su casa con una ambulancia y está ingresado en la sala de cuidados intensivos y con respirador artificial debido a una grave afección cardíaca-pulmonar.