Hacer y deshacer la maleta, subir y bajar la escalerilla del avión, entrar y salir precipitadamente de un hotel a otro. Una rutina mareante en la que el Real Zaragoza se sumergirá desde el próximo domingo y saldrá el próximo 3 de octubre. Entre fecha y fecha, el equipo de Víctor Muñoz se va a meter entre pecho y espalda casi 8.000 kilómetros de idas y venidas para disputar siete partidos, dos de la Copa de la UEFA y cinco de Liga. Y todo en 21 días de incesante ajetreo.

El maratón del mes de septiembre obligará al equipo a un desgaste físico que se ha planificado a conciencia tanto por Víctor Muñoz como su colaborador en esta parcela, Manuel Lapuente, con la intención de que los jugadores no sufran en exceso con el ajetreo de viajes y el cansancio acumulado de tanta actividad. Se ha remarcado la puesta a punto en las primeras semanas para llegar con las pilas a tope y no sufrir un desvanecimiento en una fase que se considera como primordial para el despegue definitivo para el equipo aragonés. La carrerilla triunfal tomada con la Supercopa y el liderato fugaz en la Liga quiere ser refrendada en tres semanas de locos.

RECUPERACIpN Y ROTACIpN Las sesiones de recuperación y las rotaciones en el once serán definiciones que entren a partir de ahora en el discurso de Víctor Muñoz. Tras el descanso de tres días del que ha disfrutado la plantilla este fin de semana no habrá ni un respiro hasta la segunda semana de octubre, cuando la Liga sufrirá un nuevo parón en su séptima jornada (10 de octubre) condicionado por la disputa del España-Bélgica valedero para la clasificación del Mundial de Alemania.

Para encontrar la primera parada del trayecto habrá que girar hacia el sur. Málaga y su Rosaleda será la puerta de una peregrinación incesante en el tour blanquiazul. Eso será el próximo domingo y como aperitivo el equipo se colgará sobre sus espaldas los primeros 1.660 kilómetros de viaje entre la ida y la vuelta. Par aligerar la carga el club ha organizado un vuelo chárter.

HACIA OLOMOUC La semana siguiente iniciará la pauta de los dobles compromisos, aunque sin salir de casa. La primera cita está marcada para el día 16 ante el Sigma Olomouc para jugar la ida de la primera ronda de la UEFA. Tres días más tarde, el visitante será el Albacete.

El mareo se acrecentará a partir de ese punto en el camino. El Zaragoza se subirá al autobús para recorrer 300 kilómetros que separan La Romareda del Nou Camp, donde hay que medirse al Barcelona el miércoles 22. Al terminar el choque, la expedición aragonesa dará marcha atrás para regresar a casa y esperar ese mismo domingo al Levante en la quinta jornada de Liga. No tendrá mucho tiempo para descansar ya que el jueves 30 tendrá que cruzar los Pirineos para jugar la UEFA. El otro chárter , el Zaragoza viajará a Olomouc para encontrarse al Sigma y dilucidar cual de los dos equipos pasará a la liguilla. Ir y volver a la República Checa contabilizarán 5.000 kilómetros más en las piernas cansadas de los jugadores.

Y como colofón queda Villarreal y 525 kilómetros más. Otra vez a las orillas del mar Mediterráneo (las próximas tres salidas en Liga son a la costa) para cerrar 21 días de auténtico vaivén.