El Real Madrid jugó con fuego ante el Valencia, firmó un duelo marcado por la desidia de sus jugadores, más pendientes del encuentro ante el Atlético de Liga de Campeones, y ganó 2-1 con un tanto de Marcelo que iluminó una tarde peligrosa en la que el conjunto blanco salió con vida gracias a la épica. El brasileño arregló un problema que pudo ser gordo. El Madrid, hasta el 83, ganaba 1-0 con un tanto de Cristiano, que emergió en medio de un duelo sin intensidad. Sin embargo, Parejo, de falta, empató a siete minutos del final y el Bernabéu tembló con un empate que despejó Marcelo.

James fue el elegido por Zidane para ser titular y, en los primeros 45 minutos, el Real Madrid mostró algún brote verde, sobre todo en las botas de Luka Modric. Sin embargo, Benzema no está bien. Salvo algún detalle en el segundo acto, apenas aportó nada. Pero tampoco brilló James, que tenía una oportunidad de dar un golpe encima de la mesa y acabó sustituido por Asensio sin pena ni gloria.

Con esas luces y esas sombras, el Real Madrid tuvo que cocer a fuego lento el gol de Cristiano, que tardó en llegar exactamente 27 minutos. El portugués, de nuevo al primer toque, a lo Hugo Sánchez y de cabeza tras un gran centro de Carvajal desde la banda derecha, abrió el marcador. Después del tanto de Cristiano, el atasco continuó e irremediablemente, sin noticias en las áreas, se llegó a un descanso que iluminó durante un instante a Benzema, que en los primeros minutos de la reanudación lanzó un precioso disparo que acabó en el palo de la portería de Alves.

FINAL TREPIDANTE / Esa oportunidad precedió al absurdo penalti cometido por Parejo sobre Modric que se encargó de detener Alves. El portero brasileño intimidó a Cristiano. El Madrid vivía al borde del precipicio y se cayó por él con un golazo de Parejo de falta a siete minutos del final. Entonces, de repente, por arte de magia, esa falta de ritmo ausente durante casi todo el duelo emergió en el Madrid, que subió sus revoluciones para conseguir la victoria con un gol de Marcelo. El brasileño se erigió como el héroe de un día en el que el Madrid sumó tres puntos importantes para seguir luchando por la Liga.