La muerte de Marco Pantani, el pasado 14 de febrero en la localidad de Rimini, se debió a una sobredosis de cocaína, según el informe elaborado por el forense Giuseppe Fortuni y entregado al fiscal Paolo Gengarelli, en el que también se estima que no hubo voluntad de suicidio. Los resultados toxicológicos e histológicos de la autopsia dieron pie al forense a desestimar la existencia de elementos que puedan avalar la hipótesis de una voluntad de suicidio. "No existen elementos concretos que puedan apoyar la hipótesis de una muerte causada por una voluntad suicida", se recoge en el informe entregado por el forense al fiscal.

En la habitación donde fue encontrado el cuerpo sin vida de Pantani, de 34 años y una de las estrellas del ciclismo en la última década, la policía descubrió en una mesilla unos misteriosos "polvos blancos" que, a pesar de que inicialmente no se confirmó oficialmente este hecho, todo hizo pensar que eran cocaína. También fueron encontrados en la habitación una decena de cajas de ansiolíticos y antidepresivos. Pantani sufría desde hacía meses de una fuerte depresión.