Mariano Ortega cierra también su ciclo en el Balonmano Aragón después de nueve campañas en la entidad y, desde ayer, es el nuevo entrenador del Benfica lisboeta para las dos próximas temporadas, en sustitución de Jorge Rito, que abandonó el cargo la semana pasada. Ortega viajó ayer mismo a Lisboa, donde fue presentado por la tarde y pudo conocer las instalaciones en las que empezará a trabajar a finales de julio. "Estoy contento e ilusionado por esta nueva etapa y sorprendido por la dimensión del club y con la pasión con la que se vive en Portugal y en todo el mundo. Es un orgullo y una responsabilidad defender estos colores", señaló el preparador.

Incluso se marcó ya algunos objetivos. "Hacer un equipo competitivo que puda luchar por todas las competiciones. Daremos lo mejor en cada partido para ganar, para que todos estén orgullosos de la camiseta que defendemos", explicó el entrenador. Con 43 años, Mariano Ortega afronta su primera experiencia en el extranjero. Jugador de Valladolid, Cantabria, Ciudad Real, Balonmano Aragón e internacional absoluto en más de un centenar de ocasiones, dejó la práctica del balonmano en el 2008 para sentarse en el banquillo, primero al lado de Veroljub Kosovac y, desde el 2009, haciéndose cargo como máximo responsable de la primera plantilla del club.

Llegó a Zaragoza en el 2005, recién proclamado campeón del mundo, para ocupar el lateral derecho de un equipo que acababa de ganarse su plaza en la Asobal y cuando Talant Dujshebaev ya le había ofrecido ser su segundo en el Ciudad Real. Ortega continuó jugando tres campañas y, en el 2008, decidió poner punto y final a su carrera para ser ayudante de Kos, pero las bajas en el equipo le hicieron volver a mitad de temporada y compaginar ambos puestos. Como técnico ha dirigido al equipo las últimas cinco campañas con diferentes resultados y un juego que ha ido mejorando con el paso del tiempo. Esta temporada ha superado con nota el cambio de medio equipo a mitad de campaña, consiguiendo que un renovado y rejuvenecido BM Aragón fuera competitivo en la segunda vuelta. Con su salida se cierra también una etapa en el club, que sigue perdiendo efectivos.