Tras el biscotto o intento de amaño protagonizado por Ducati y Jorge Lorenzo en Sepang (Malasia), perfectamente legal, Marc Márquez (Honda) cree que debe estar muy atento en la preparación del Gran Premio de Valencia. «Se ha cumplido lo que dije y, con esos 21 puntos de ventaja que hemos conseguido, también se cumplió lo del margen de ventaja que queríamos, después de haber arrancado el Mundial con 38 puntos de desventaja ante el primer líder sólido, que fue Maverick Viñales».

Márquez considera que Cheste es un circuito que se adapta a su estilo de pilotaje y al poder de su Honda. Mientras Andrea Dovizioso (Ducati) reconoció, antes de despedirse de Malasia y de la gira de tres semanas por Asia y Australia, que «Valencia es un circuito que no me gusta nada, nada». El italiano, que para ser campeón debe ganar en Cheste y que Márquez no quede entre los 11 primeros, confesó que «mi última vuelta del GP de Malasia que gané el pasado año fue maravillosa, de las que tardaré en olvidar, pues llevábamos siete años sin ganar, pero mi última vuelta de este domingo no fue agradable. No, no la disfrute pues me pasé todo el giro pensando en los puntos que me he ido dejando por el camino, especialmente, por ejemplo, hace ocho días en Australia».

«Una cosa puedo asegurar», dice Márquez al repetir que estar entre los 11 primeros le proporcionará su cuarto título grande en cinco años: «No saldré a quedar el 11º, ¡ni hablar!». La manera de actuar de los campeones.